Después de pasar las vacaciones juntos en la Costa Azul, Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez han separado sus caminos. El futbolista regresó para cumplir con sus compromisos profesionales con la Juventus de Turín y su pretemporada en Asia, pero para la modelo el verano no ha terminado. Según adelantó LOC, Georgina viajó a Chiclana de la Frontera (Cádiz) acompañada de su inseparable hermana Ivana y de todos sus hijos.
Como no podía ser de otra manera, las hermanas escogieron el Royal Hideaway Sancti Petri para su estancia, un lujoso resort que también eligieron en alguna ocasión famosas como Paula Echevarría. El apartamento en el que se alojan cuesta alrededor de 2.500 euros la noche, tiene tres impresionantes habitaciones, terraza, jacuzzi, cocina, y varios baños dos miembros de seguridad y las niñeras que acompañan a la familia duermen en habitaciones "simples" que estas fechas pueden llegar a alcanzar los 600 euros la noche.
El lugar cuenta con todas las comodidades y servicios, pero la novia de Cristiano tuvo algunas exigencias especiales para su estancia, empezando por las instalaciones. En primer lugar, pidió a los responsables del hotel que su apartamento dispusiera de césped artificial en la zona exterior. También solicitó una piscina hinchable para que sus cuatro hijos pudieran bañarse en un lugar exclusivo solo para ellos, sin tener que recurrir a la piscina común para los huéspedes.
Aunque las condiciones del resort dicen expresamente que no se admiten mascotas, Georgina exigió que su gato Pepe se instalara con ella. Una excepción que se debe hacer solamente con sus clientes más VIP. Por último, el hotel también accedió a adaptar el apartamento de la modelo a sus gustos con decoración oriental, incienso y velas.