El afán de Cristina Pedroche por ser noticia todas las semanas empieza a agotar a sus seguidores. Esta vez la colaboradora de Zapeando ha aprovechado una entrevista en El País para "romper tabúes" y dejar algunas perlas que la han convertido en trending topic en las redes sociales durante la mañana del martes.
En la conversación con la presentadora, le han preguntado sobre su última polémica en Instagram cuando compartió una imagen alabando las virtudes de la copa menstrual y cuya higiene fue cuestionada por sus seguidores: "Me parece el invento del siglo. Me arrepiento muchísimo de no haberla probado antes. He contaminado muchísimo con tampones. Tenía mis prejuicios, la probé y me encantó", declara. La presentadora hizo partícipes a sus seguidores de esta novedad y no todo fueron elogios. Sufrió todo tipo de insultos y el más repetido fue —dice— el de 'guarra'", aseguró.
En la entrevista también ha hablado sobre la menstruación y la masculinidad realizando una aseveración que la ha convertido en la protagonista de las redes sociales: "Si los hombres tuvieran la regla, cada vez que les bajase sería una fiesta. Se lo contarían a todo el mundo y se mancharían la cara de sangre en plan: '¡Heeeey! ¡Ya soy un macho!'. Y las mujeres no, nos tenemos que esconder. Cuando una amiga me prestaba un tampón me lo tenía que pasar por debajo de la mesa, como si fuese droga".
Una afirmación que ha sido apoyada por parte de los usuarios de las redes pero también muy criticada. "Ya está Cristina Pedroche otra vez delirando", "Cristina Pedroche, la mujer sin filtro y sin cerebro", "solo quiere que le presten un poquito de atención", son algunos de los comentarios negativos que pueden leerse.
El precio de la fama y los errores del pasado
También ha hablado sobre el precio de la fama y ha desvelado los primeros caprichos que se dio con el dinero que ganó en Sé lo que hicisteis, programa en el que debutó: "Yo tenía 21 años, llevaba un mes y ganaba un sueldo que yo consideraba un dineral: vivía con mis padres, usaba su coche, ¡no tenía ningún gasto! Todo eran ingresos. Y me digo: me voy a comprar un loewe. Y entonces me veo reflejada en aquel espejo y me digo: '¿qué coño estás haciendo tú comprándote un bolso tan caro?' ¿Tú sabes lo que tiene que trabajar tu madre para ganar este dinero? (...) Al final me compré el bolso, en vez del grande uno muy chiquitito. Valía 350 euros, ¡me pareció carísimo!".
También habla de los errores que ha cometido en el pasado en algunas entrevistas: "Yo veo entrevistas mías de hace años y me digo: ¿pero por qué dije esa gilipollez? Me las tomaba menos en serio que ahora y decía cosas en tono de humor que una vez impresas y escritas parecían soberanas gilipolleces".