Jorge y César Cadaval, Los Morancos, fueron los protagonistas del programa Mi casa es la tuya presentado por Bertín Osborne este viernes en Telecinco para celebrar el 40 aniversario del comienzo de su carrera. Una entrega muy especial para el presentador pues el día de la grabación de la entrevista, su hijo Kike estaba siendo intervenido quirúrgicamente de urgencia. La cara de Bertín no era la misma de siempre, su semblante reflejaba tristeza y preocupación.
"Hay que tener muchos cojones de hacer las cosas que tú haces. Y te voy a decir el porqué, sabemos la situación que estás viviendo en este momento y, aunque tú me veas to pintadita, lo digo desde el corazón: olé tú, Bertin Osborne, olé por estar aquí, por aguantarnos a nosotros, por aguantar a Los Morancos por darnos esta tarde y la mañana que nos has dado, teniendo la situación que tienes. ¿Te puedo dar un besito, churra?", dijo Jorge, caracterizado de su famoso personaje Antonia y junto a su hermano vestido de Omaíta. Ninguno de los tres pudo contener las lágrimas en ese momento. Una vivencia que se ha quedado en una anécdota porque, por suerte, el pequeño Kike está bien y acompañó a su padre mientras que él escribía la despedida del programa.
Una broma a Felipe VI
Los humoristas compartieron con Bertín una divertida anécdota que vivieron durante una velada que compartieron en Sevilla con el rey Felipe VI y don Juan Carlos. Los humoristas fueron invitados al cumpleaños del rey don Juan Carlos y cuando Jorge fue a saludar al Rey se hizo pasar por americano y se pasó más de 10 minutos hablándole de California y del calor horroroso que estaba pasando en Sevilla. "Estuve un minutos quedándome con él. Y al rato, vino mi hermano, que le dijo: ‘Majestad, ha estado usted hablando con mi hermano'. Y cada vez que nos vemos nos lo recuerda".
Con don Juan Carlos también tienen otra anécdota, "pero más escatológica". Sentados en la misma mesa, Jorge se empezó a sentir mal y el monarca se interesó por su estado. No hizo falta que contestara, el rey se percató de lo que ocurría: "Te estás cagando… ", le espetó don Juan Carlos.