Blanca Cuesta y Borja Thyssen asistieron, entre otros muchos invitados, a la inauguración de la magnífica exposición dedicada al gran diseñador Cristóbal Balenciaga en el Museo Thyssen con la colaboración de Las Rozas Village.
Una muestra que vincula al maestro de Guetaria con la tradición de la pintura española de los siglos XVI y XX. El matrimonio llegó acompañado de los padres de Blanca, que al igual que todos los invitados, estaban fascinados con la exposición. Blanca y Borja, según me comentaron, estaban muy satisfechos del resultado de la misma. Y ya están pensando en las vacaciones. "Los niños están muy mayores, ya no es lo mismo que pensar en bebés, a pesar de que la pequeña solo tiene 4 años. También eso me da más tiempo para seguir pintando.
"Han venido mis padres que están muy bien -continuó-. Mi padre tiene 95 años, y él dice que tiene 14 porque suma el 9 y el 5". Su madre Heidi Unkoff también comentó lo importante que es Balenciaga en el mundo de la moda. Los duques de Huéscar también asistieron y coincidieron con su tío Fernando Martínez de Irujo. Eugenia Silva, una de nuestras modelos más internacionales, comentó lo involucrada que está en la exposición, y así definió al maestro. "Era un precursor, un visionario. Yo no sé si él se daba cuenta de lo que estaba dejando al resto de diseñadores, y de lo que estaba aportando al mundo de la moda. Lo que sí puedo decir que Hubert de Givenchy, al que he admirado y conocí personalmente, era su admirador número uno. El legado de Balenciaga sigue siendo igual de novedoso y actual".
No podía faltar entre los invitados, Sonsoles Diez de Rivera, vicepresidenta de la Fundación Cristóbal Balenciaga, hija de la marquesa de Llanzol, musa del diseñador. La labor que hace al frente de la fundación es impecable. Propietaria de infinidad de modelos de su madre, donados a la fundación, en más de una ocasión ha manifestado que si Cristóbal Balenciaga viera lo que se hace en la actualidad con su firma se quedaría horrorizado.
