Antonio Montero y Marisa Martín-Blázquez, paparazzi y periodista formaron durante años la pareja perfecta. Los dos trabajan desde hace años para la prensa del corazón y además de profesión compartieron décadas de vida. Después de 6 años de "respetuoso noviazgo" –como lo calificó Montero– la pareja se casó por la Iglesia y tienen dos hijos en común, Nicolás, que está terminando Arquitectura, y María, que estudia una carrera biosanitaria.
Su historia de amor se rompió en 2015 y llegó la separación, pero contra todo pronóstico, siguen viviendo juntos. La misma Marisa lo confirmó en la revista Semana: "Seguimos siendo una familia y nos queremos muchísimo". En una entrevista muy personal, la periodista contó con total naturalidad su estilo de vida familiar. "Llevamos juntos más de 30 años y después de este tiempo hay cariño, amor y confianza". Y aunque pueda parecer difícil, su convivencia es de lo más pacífica. "Juntos remamos a favor de la familia, convivimos, seguimos yendo a sitios juntos y nos llevamos de maravilla. Todo esto solo se puede conseguir si te llevas bien y es una suerte", confesó.
La entrevista fue uno de los temas comentados en la tarde del miércoles en Sálvame, ya que el resto de colaboradores no pudieron evitar hacer comparaciones de su historia con la de Gustavo González o Diego Arrabal, que acapararon titulares por su relación con María Lapiedra y Gema López, respectivamente. Tal y como explicó Antonio Montero, su intención nunca ha sido convertirse en un personaje del mundo del corazón y quiere llevar su vida personal con naturalidad y discreción, como ha hecho todos estos años a pesar de su fama.
¡ANTONIO MONTERO NO QUIERE SER PERSONAJE! Está contento con su trabajo pero quiere mantenerse al margen #yoveosálvame
— Sálvame Oficial (@salvameoficial) June 5, 2019
"Marisa y yo hacemos una vida normal. Mantenemos la familia unida porque nos parece que es el objetivo de nuestra vida", explicó el paparazzi a Carlota Corredera. Montero se casó por la Iglesia convencido y sigue respetando esos valores. "Por encima de todo en mi vida está el respeto a esa familia (...) El interés que tengo es mantener eso unido, para mí sería un fracaso que no fuera así". No quiere ser personaje y siente "un poco de vértigo" cuando se habla de su vida personal, pero tampoco le preocupa. Sobre su relación con Marisa, confesó contundente: "Si se anunciara mañana el fin del mundo, yo me abrazaría a ella".