El pasado 14 de abril, Paz Padilla y su hija Anna Ferrer inauguraron en la localidad de Zahara de los Atunes su tienda No ni ná con un gran éxito. Cientos de seguidores de la presentadora y su hija influencer se agolparon a las puertas del establecimiento para ser testigos del evento. Sin embargo, un mes después de su apertura, y según publica el digital Jaleos, "los números no son tan pomposos como se esperaban".
Aseguran que, a pesar de que la tienda tiene una afluencia de gente constante, nunca está llena y gran parte de los clientes acuden solo "a mirar" y a "curiosear las prendas que vende Paz Padilla". Al parecer, el porcentaje de compras reales es "bajísimo" debido al alto precio de las prendas para la humilde población en la que se encuentra: "Me parece carísimo todo lo que habéis publicado de ropa y complementos y encima siempre talla única. Lo podrá comprar la gente con la que os codeáis porque los curritos como yo, va a ser que no, suerte" o "No habéis pensado en la gente del día a día, no todo el mundo tiene un sueldazo", son algunos de los mensajes que recibe el perfil oficial de la tienda. "Una chaqueta vaquera por 79 euros, un vestido por 130 euros o pendientes a 80 euros son precios que no todos pueden costearse fácilmente".
También critican el hecho de que las personas que no residan en Zahara de los Atunes solo pueden comprar lo que ven el perfil de Instagram y en el caso de interesarse por un producto, son remitidos a un número de teléfono para hablar por Whatsapp con la responsable de ventas. A esto hay que sumar sus "elevados gastos de envío que ascienden a 5'95 euros para la península, 6'95 euros para Baleares y para Canarias".
Para subir las ventas, Paz Padilla y Anna han comenzado a posar con la ropa de la tienda en su particular catálogo online, lo que publicitan en sus redes personales cada día, se visten con sus prendas para que tengan una mayor repercusión o reciben ayuda de algunos rostros conocidos como Eva Isanta, actriz de La que se avecina y amiga íntima de la humorista.