Mezclar familia y trabajo no siempre sale bien. Y si no que se lo digan a Alberto y Laura Caballero, creadores y directores de la serie de Telecinco La que se avecina, que mantienen una guerra familiar desde hace años con su tío el empresario José Luis Moreno. Tal y como informa esta semana la web Jaleos, durante los últimos tiempos se han producido "grandes desacuerdos" entre ambas partes y la situación para por un momento muy crítico que podría afectar directamente al desarrollo de la exitosa serie de Mediaset.
En la relación laboral que mantienen con su tío José Luis Moreno, los sobrinos tienen derecho a usar sus platós para grabar los capítulos de la ficción que transcurre en Mirador de Montepinar, una urbanización situada en la periferia de Madrid. El trato se desarrolla entre la productora de los hermanos, Conrubernio, y Kulteperalia, los estudios de grabación que pertenecen al empresario desde que comenzó el rodaje de la serie hace ya diez años.
Al comienzo de la realización de la serie, José Luis Moreno estaba detrás de la producción. Sin embargo, tras acusar serios problemas económicos tomaron la responsabilidad los hermanos Caballero, para lo que crearon Contubernio. Sin embargo, tras años de complicada relación, se ha desatado una guerra familiar que podrían llegar "a un punto de no retorno", según se extrae de la explicación que ha dado Alberto al digital: "No hemos llegado a un acuerdo con el propietario de los platós. Tenemos ciertas diferencias", declara sin pronunciar el nombre de su tío.
Por lo que parece, llevan tiempo comunicándose a través de burofax y la relación estaría prácticamente rota. En el caso de no llegar a un acuerdo, la continuación de la ficción sería muy complicada, pues habría que construir nuevos decorados y la inversión sería muy importante.