Nadie le veía futuro a lo suyo y mucho se habló del interés de Inma González por el dinero de Pedro Oliva, ganador de Gran Hermano 4, pero la pareja aguantó el paso del tiempo y convivió durante 17 años... hasta ahora. Según adelantó Kiko Hernández, la pareja decidió poner fin a lo suyo por el "desgaste de la relación".
Los problemas comenzaron hace dos años, pero Pedro e Inma decidieron seguir adelante por el bien de su hija, Paola, nacida en octubre de 2006, y convivir en su casa de Zaragoza. Todo esto llegará a su fin cuando la niña acabe el curso escolar, momento en el que Pedro abandonará el domicilio familiar para mudarse con su madre.
Además, Inma sale con otro hombre desde hace al menos nueve meses. "Pero este no ha sido el motivo de su separación, ya que la pareja de ex grandes hermanos había puesto fin a su relación hace aproximadamente 18 meses", aclara el colaborador de Sálvame en su blog de Mediaset.
Una de las pocas parejas de 'GH' que aguanta
La pareja era una de las pocas nacidas en el longevo reality de televisión que seguía adelante, pero sus comienzos no fueron nada fáciles. Pedro se sintió atraído desde el primer momento por Inma y se convirtió en su confidente, pero ella solo tenía ojos para el argentino Matías, a quien trató de conquistar de todas las maneras.
Una vez finalizado el concurso, Inma se dio cuenta de sus verdaderos sentimientos por Pedro e incluso abandonó su Cádiz natal para mudarse a Zaragoza con él, demostrando que su amor era real. Se casaron en junio de 2004, un año y medio después de conocerse, y entre los invitados estuvieron presentes algunos de sus compañeros de programa y la presentadora por aquel entonces, Mercedes Milá.