América Jova, la madre de Alaska, es una mujer que posee una vitalidad envidiable. Cumple 90 años y ya tiene todo organizado para la fiesta que va a dar para celebrarlo, como ella ha comentado, con sus mejores amigos.
Vive sola, se levanta temprano, desayuna a diario en el bar que hay debajo de su casa y todos los días queda con sus amigas para jugar al póker. Su casa es un auténtico museo donde guarda recuerdos de tantos países en donde ha vivido.
La relación con su hija es inmejorable, al igual que la que mantiene con su yerno, Mario Vaquerizo, al que la propia América adora, tal y como ha dicho en repetidas ocasiones. Lo mismo le ocurre con sus con sus consuegros, con los que se ve casi todas las semanas. Pasan las navidades juntos y después la tradicional cena, lo que más les puede gustar es jugar al bingo.
América es una persona que enamora, al minuto de estar hablando con ella. Tiene una legión de amigos de todas las edades que sienten autentica veneración por ella. Tanto es así que el fotógrafo Ales León le ha hecho unas fotos espectaculares para la invitación de sus primeros 90 años. Como se dice en España, América Jova es el claro ejemplo de genio y figura.