Jorge Javier Vázquez está de vuelta a sus labores en Telecinco, pero también a su espacio semanal en la revista Lecturas. Donde aprovecha la ocasión para ajustar cuentas con muchos medios de comunicación en relación a cómo se ha tratado el tema de su ictus, o más bien su baja laboral posterior.
"Durante este tiempo que he estado apartado me he enterado gracias a algunos medios digitales que he echado a mi amigo Raúl Prieto de La Fábrica de la Tele, productora entre otros programas de Sálvame en todas sus vertientes. Que desde Mediaset me han presionado para que volviera, que el director de Lecturas me llamaba insistentemente para que escribiera el blog aunque me estuviera muriendo, y que Isabel Pantoja exigía que yo no presentara Supervivientes".
Dice Jorge Javier que tomó la decisión de no leer nada más que le pudiera perjudicar en unos momentos en los que salud estaba delicada. Sobre todo porque algunos medios también dejaron caer "que bebí muchísimo y me drogué demasiado, estableciendo una clara conexión entre mi traspiés de salud y mis supuestos malos hábitos".
Explica el presentador que muchas frases fueron sacadas "maliciosamente" de su novela de ficción Último verano de juventud, publicada en 2015, y que pese a su fuerte contenido autobiográfico no deja de ser una novela.
"Que lo rescatasen ciertos digitales me pareció normal –"normal" viendo lo que suelen publicar, quiero decir– pero que el mismísimo El País se hiciera eco de ellas estuvo a punto de provocarme otro ictus estando yo muy sobrio. El País ha sido durante muchísimos años un medio sagrado para varias generaciones. Recoger los desperdicios de esos nauseabundos digitales coloca al periódico en un lugar que no nos merecemos aquellos que durante años lo hemos seguido con devoción".
Jorge Javier asegura que, al menos, eso ha tenido una consecuencia positiva: obligarle a él, y al lector, a distinguir y desarrollar "tácticas para olfatear al tramposo".