Mila Ximénez habla en su espacio semanal de la revista Lecturas del tema inevitable estos días: el desembarco en Supervivientes de la tonadillera Isabel Pantoja... mostrándose inusualmente cercana a la cantante.
Mila asegura que le gusta la idea de que Pantoja vaya a Honduras, porque para empezar la va a alejar de muchas malas compañías habituales. "Me muero de ganas de presenciar esas conversaciones en la palapa sin los filtros de la gente que la rodea como perros guardianes. Creo que Pantoja ha acertado con esta decisión", escribe. "Sé que parte de su entorno ha apoyado entre poco y nada su decisión. Ellos piensan que la diosa no debería poner el pie en tierra con los mortales".
No obstante, "también creo que la toma [la decisión]desde la asfixia", y que Isabel no es del todo consciente de dónde se ha metido. "Ella habla de su concurso como si fuera a un resort a pescar y a pasear por una isla desierta. Y puedo asegurar que no es así", dice Mila, que concursó en el año 2016.
"No comparto la idea de que vaya con ciertos privilegios", asegura con sinceridad. "Parte como una de las favoritas, pero también es cierto que tendrá que hacer más méritos que el resto". Mila considera que la decisión de ir a Supervivientes la aproxima más a ella, y "probablemente sea el inicio de un acercamiento que siempre tuvimos prohibido".
El origen de esa mala relación que ahora la propia Mila pone en cierta pausa, tal y como relata Lecturas, hay que situarla en la amistad y lazos profesionales que Mila mantuvo con la periodista Encarna Sánchez durante los ochenta, cuando la ex de Manolo Santana entró a trabajar en los programas radiofónicos de Cope de la veterana periodista. Incluso la propia Mila alimentó puntualmente los rumores de una posible noche de pasión entre ambas. Más tarde, Isabel Pantoja entró en escena y Mila se alejó para siempre de Isabel.
Ese no fue el último capítulo, ya que en 2003 la colaboradora de Sálvame llamó "depredadora, siniestra, rara y extraña" a la cantante. Fue en el programa Aquí hay tomate y sus palabras le costaron una demanda de Pantoja, de la que finalmente fue absuelta.