Desde hace un tiempo, se cuentan con los dedos de una mano las apariciones públicas de María José Campanario. Sus problemas de salud e ingresos hospitalarios (el último, a primeros de marzo) debido a su fibromialgia y las numerosas derivadas de esa enfermedad, han sacado a la mujer de Jesulín de Ubrique del mapa mediático. Incluso el impacto de sus habituales polémicas a costa de su mala relación con Belén Esteban ha sido más bien discreto.
No obstante, María José en ocasiones reaparece, y en esta ocasión lo ha hecho para apoyar a su marido en su nueva vuelta a los ruedos. Este pasado domingo 24 de marzo se dejó ver en la plaza de Morón de la Frontera para ver de cerca y atentamente lo que hacía su marido en la plaza, en un momento en el que el toreo planifica cuidadosamente sus reapariciones.
Hacía más de cinco meses que no se veía a María José Campanario en público. Fue en un proyecto relacionado con la fibromialgia en Sevilla y, desde entonces, la antes eterna enemiga de Belén Esteban ha estado casi completamente desaparecida, pese a puntuales referencias en Sálvame aunque sin contar con su presencia.
Jesulín es consciente de los problemas de su esposa y quiso agradecer su apoyo con un gesto romántico. Tras cortar las dos orejas de su primer toro, se acercó hasta el tendido y dio la mano y un ramo de flores recogido durante su vuelta al ruedo a su amada esposa. Más tarde irían a un bar en compañía de amigos, a disfrutar de una cena en pareja.
Todo ello sirve también para despejar ciertos rumores de crisis y distanciamiento que han aparecido repetidamente en los últimos tiempos. Para rematar la imagen, la presencia en la plaza de la madre de Jesulín, Carmen Bazán, y también la pareja formada por Víctor Janeiro y Beatriz Trapote. Una estampa familiar y torera que sirve tanto a Jesulín como a Campanario para afirmar que, pese a todo, siguen estando ahí.