La demanda del escultor Nacho Palau, que fue pareja de Miguel Bosé durante 26 años hasta su ruptura en 2018, para "defender los derechos e intereses" de sus cuatro hijos fruto de dos gestaciones subrogadas (es decir, dos hijos de cada padre) sigue trayendo cola.
Palau, que interpuso la demanda en España y no en Miami, pidió acciones de filiación paterna para conseguir la custodia compartida de Diego, Tadeo, Ivo y Telmo, así como –y este dato es nuevo– una compensación económica por las sociedades compartidas durante los años que estuvieron juntos, esto último –tal y como informó Beatriz Cortázar– debido a la imposibilidad de llegar a un acuerdo con Bosé.
"Si la única discusión es lo económico, esto es fácil de arreglar", terció Federico Jiménez Losantos, director de Es la Mañana. Que Palau presentase la demanda en los Juzgados de Pozuelo y no en Miami, donde residieron, resulta una cuestión relevante a efectos de los niños: "Palau tiene un as en una mano. En Estados Unidos es fundamental mantener el nivel social para que tengan la misma educación, y allí eso es definitivo. La jurisprudencia española es distinta, aquí lo fundamental es mantener la agrupación familiar".
Como consecuencia colateral, además de que pueda primar una legislación u otra, al haber sido interpuesta la demanda en Pozuelo Palau podría demostrar que, efectivamente, Bosé no ha pasado 184 días continuados en España. Así se explicó en Es la mañana de Federico en esRadio, donde la periodista Paloma Barrientos explicó que "los niños son norteamericanos y españoles, pero están inscritos en el padrón de España. Por eso Nacho puede solicitar todo en Pozuelo". En todo caso, se trata de un caso "complicadísimo en el que puede pasar cualquier cosa", aseguró Paloma Barrientos.
Cortázar pronostica, en todo caso, que tras surgir ese dato de la compensación económica, "ahí va a haber un acuerdo económico, no un acuerdo con los hijos, porque está claro que hay dos hijos de cada padre". "La parte económica al menos se está arreglando", aseguró en esRadio Beatriz Cortázar, mientras que la "custodia cada uno tiene la suya" y por tanto es otra cuestión.
Sea como fuere, hay un elemento que causa preocupación y tristeza a todos los implicados: "Los niños, desde julio del año pasado, no se han visto, y estamos en marzo. Emocionalmente, todos se han destrozado aquí", dijo Cortázar.