En pleno proceso de divorcio de su marido Josep Santacana, Arantxa Sánchez Vicario ha decidido romper su silencio en la revista ¡Hola!, donde la tenista ha abierto su corazón para narrar todo el drama personal que está viviendo desde que su pareja le pidiese la separación.
"Lo doy todo y me peleo por él, le doy mi vida... y él me traiciona, me engaña y me quita todo", explica la catalana desde su casa en Miami, en un tono ciertamente distinto al que su marido ha intentado presentar la situación la semana pasada, en el primer asalto de juicio por la custodia.
Arantxa ha vivido unos meses de lo más preocupantes donde ha visto cómo todo su mundo se desmoronaba. El que parecía un matrimonio perfecto se resquebrajaba en mil pedazos cuando Santacana decidía marcharse de la casa que compartía con su mujer y sus dos hijos.
Una relación que no ha estado exenta de polémica pues, desde sus inicios, provocó un tsunami en la relación de la tenista con sus padres. Alejada de los suyos, Arantxa decidió romper todo tipo de relación con sus padres, algo de lo que ahora se arrepiente mucho pues su progenitor falleció hace unos años: "Acusé y fui injusta con mi padre, me hubiese gustado despedirme diciéndole lo mucho que lo quería".
Aún así, este problemático divorcio le ha valido a la deportista para acercar posiciones con su madre y sus hermanos: "Mi madre está conmigo aun habiéndole dado mil patadas. Me ha demostrado lo que es el amor incondicional".
Una realidad muy dura que llega después de la vista oral del juicio de su divorcio con Josep Santacana. Mientras él ha visitado nuestro país con su nueva pareja, Arantxa ha preferido quedarse en Estados Unidos con sus hijos mientras sus abogados resuelven todo este entramado judicial.