Cuando parecía que todo estaba escrito y contado sobre el drama de Ivonne Reyes y Pepe Navarro, la venezolana descubre en su entrevista más dramática el peor trance que el presentador del célebre Mississippi le hizo pasar durante su relación.
Ivonne confiesa en una entrevista en la revista Lecturas que durante su noviazgo, que Navarro siempre ha negado, tuvo que someterse en dos ocasiones a un aborto porque él se lo pidió. "Fue una relación que escogí yo, pero no piensas que alguien tenga tanto rencor", dice adelantando lo que viene después.
Ivonne se quedó dos veces embarazada de Pepe Navarro. "La primera estaba muy contenta, estaba en El juego de la oca. Yo debía tener 28 años. Cuando se lo dije al principio me trató con mucho tacto –suele ser muy embaucador– pero fue dando la vuelta a la situación: 'No es el momento, más adelante sí'. Yo soy antiaborto, estábamos muy enamorados", dice, anticipando lo que al final hizo.
Dice Ivonne que él no la acompañó, pero sí que le pidió que abortase en la clínica de un amigo suyo, frente al Retiro. "Fui sola. El dolor de alma y físico fue horrible", explica. Ella, que es antiaborto, accedió porque entonces se sentía absolutamente dependiente del presentador. "A la vez es la única persona con la que hablas y te dice 'Todo irá bien'. Le creía, sentía que era mi pareja, que me quería".
Luego viene el relato del segundo aborto, apenas unos meses después. "La segunda sentí por una parte felicidad y por otra un ¡ostras!. Cuando se lo conté me dijo que fuéramos a un hospital en Ámsterdam (...) Recuerdo que iba en el avión llorando a moco tendido con Pepe agarrando mi mano y diciéndome que no pasaba nada". Dice la presentadora que fue muy desagradable, y que Pepe "se quedó en un bar en una esquina de aquel hospital" mientras ella entraba sola en el recinto. Después, y cuando entre dolores salió del hospital, "se estaba tomando un whisky esperándome".
Nada impidió, sin embargo, que la venezolana entrase en una situación límite en la que incluso intentó suicidarse tomándose un bote entero de pastillas. "Me vine abajo, no podía con tanto choque entre mis creencias y esa relación", dice. Tras esto, decidió llamar a Pepe, que fue a su casa, la recogió y volvió a dejarla "en la esquina del hospital para que entrara sola por urgencias. Luego llamó a mi hermano". Aún tardarían tres años más en romper.
La relación entre ambos, por su propia naturaleza, provocó que ni la propia familia de Ivonne quisiera visitarla a su casa. Y así hasta que, solo tras los dos abortos, a Ivonne se le empezó a caer la venda. La relación en los últimos años se ha ido deteriorando debido al proceso judicial en el que se ha intentado desentender de quien la Justicia ha demostrado que es su hijo biológico, y que ahora mismo ella y su hijo están contrarrestando también en los juzgados. Un calvario que tampoco ha terminado todavía.