
Alejandra Rubio, la "oveja negra" de las Campos, sorprendió a todos cuando salió a la luz que abandonaría los estudios de moda por un sustancioso contrato con Mediaset, concretamente con su canal online Mtmad. Desde que cumplió la mayoría de edad, la joven dejó claro que no se quiere dedicar a la televisión como su madre, su tía y su abuela, pero parece que tampoco quiere dejar la oportunidad de ganar un dinero extra gracias a su apellido.
Alex, como la conocen en su entorno, estrenó este martes su canal en formato reality con la plataforma Mtmad, llamado Black sheep by Alejandra Rubio (oveja negra), porque ella no es como el resto de las Campos. En él contará a sus seguidores cómo vive el día a día, algo que ya hace en Instagram, pero ahora con un contrato de por medio. "Mi familia es conocida por el mundo de la televisión pero yo me voy a labrar mi propio futuro. No quiero estar ligada a ese mundo pero ahora me siento cómoda con lo que hago", explica Alejandra en su primer vídeo.
Sus críticos siempre le dicen que se ponga a trabajar o a estudiar ahora que ha abandonado el IED de Madrid, donde cursaba diseño de moda. "No me aportaba lo que yo pensaba que me iba a aportar. Creía que lo tenía clarísimo desde que era pequeña (...) Se lo conté a mis padres y ellos me apoyaron porque no voy a dejar de estudiar". La hija de Terelu Campos, que ahora trabaja en el mundo de la noche como relaciones públicas en la discoteca de Kiko Matamoros, empezará a estudiar Derecho el próximo mes de septiembre. Alejandra seguirá así los pasos de su prima Carmen Almoguera, hija de Carmen Borrego, que se licenció en 2016 por la Universidad Antonio de Nebrija de Madrid y cursó el máster de Acceso a la Abogacía.
"Va a ser una carrera muy acorde a mí. Siempre he sido una niña muy estudiosa así que no creo que me cueste sacarlo", confesó. "No he dejado la carrera por entrar en el mundo de la televisión, estáis equivocados. Quiero callar muchas bocas porque, repito, no dejo de estudiar. No voy a ser una ni-ni, como vosotros me llamáis, ni voy a vivir del cuento". Hasta que termine sus estudios, Alejandra se ganará el pan con su canal, su trabajo en la noche y su cuenta de Instagram, donde tiene más de 140.000 seguidores y se gana una extra colaborando con marcas.