Es de sobra conocido el distanciamiento que desde hace años mantiene Rocío Carrasco con su hija Rocío Flores. Un enfrentamiento que se hizo evidente hace varios años cuando la joven decidió abandonar la casa de su madre para irse a vivir con su padre y su mujer Olga. Rocío siempre se ha posicionado del lado de su padre en la guerra judicial que arrastran desde su divorcio. Por eso, cuando hace unas semanas Antonio David Flores ganó a su exmujer en el juzgado, le felicitó a través de un mensaje de Instagram: "Después de recibir muchísimos mensajes felicitándome, os lo cuento. Por fin puedo decir que se ha acabado la pesadilla que llevamos viviendo casi dos años, de incertidumbre y dolor. Doy por finalizada la etapa más dolorosa que he tenido gracias a recibir la mejor noticia que me han dado nunca", escribió.
Aunque nunca habíamos conocido el verdadero motivo por el que madre e hija estaban separadas, la periodista Isabel Rábago se atrevió a aportar algo de luz en el asunto: "Hay una situación, un episodio concreto entre madre e hija que acaba en unas diligencias, que acaban delante de un juzgado, que hay una condena que no es precisamente para Rocío Carrasco y que hay unas condiciones que impiden legalmente que madre e hija estén juntas", explicó sin querer ahondar en el tema y se limitó a señalar que hay una sentencia pública donde se detalla todo.
Lo que está claro es que el año 2018 ha sido uno de los más duros para la hija de Rocío Jurado. A la indiferencia de sus hijos hay que sumarle el mazazo judicial que recibió cuando la Audiencia Nacional archivó la denuncia contra Antonio David por supuestos malos tratos.