El clan de Lecquio en Italia, en guerra por una mastodóntica herencia

Hace casi un año la muerte de Alessandro Torlonia abrió una brecha en la familia de Alessandro Lecquio. La herencia de esta dinastía italiana, sinónimo de riqueza en la aristocracia europea, ha dado comienzo a una gran disputa familiar que, ahora, ha llevado al límite a la familia del conde afincado en España.

Don Alessandro Torlonia, padre de cuatro hijos, dejó miles de euros y una de las mayores colecciones de escultura de toda Italia, a la altura de los museos Vaticanos. En total, informa ABC, una fortuna de más de 2.000 millones de euros que incluye el Museo Torlonia y su colección de más de 600 esculturas griegas y romanas.

Por supuesto, en el paquete también están incluidas tierras de cultivo, propiedades inmobiliarias y muchos activos bancarios. Palacios como el Torlonia, la Villa Delizia Carolina y otras construcciones de prestigio artístico y cultural pertenecen al clan.

ABC señala que esa colección es el objeto de la gran discusión familiar de los cuatro hijos, o más bien del primogénito con sus hermanos, que buscarían dejar fuera a éste de la herencia.
La Justicia del país ha elegido embargar el patrimonio hasta que se resuelva la situación. Carlo Torlonia, el hijo mayor y potencial perjudicado de la alianza de los otros tres hermanos, Paola, Francesca y Giulio, ha llegado a contratar al abogado de Berlusconi.

Acusa a sus hermanos de manipulación de documentos e incluso la creación de una sociedad que le ha dejado al margen para así hacerse con todo. También denuncia que, aún en vida de su padre, sus hermanos le impedían entrar en contacto con él, así como la negociación secreta de la venta de la Fundación Torlonia al Getty Museum, operación que no está cerrada pero sí en ciernes de materializarse.

La desaparición de Alessandro Torlonia, fallecido el 28 de diciembre de 2017, ha dejado una familia levantada en armas. Lequio, por su parte, es hijo de la ya fallecida Alessandra Torlonia di Civitella Cesi y nieto de Beatriz de Borbón y Battenberg.