
El último capítulo de la temporada de Mi casa es la vuestra presentado por Bertín Osborne tuvo una invitada de lujo: María Teresa Campos. La veterana presentadora se intercambió el rol de presentador con Bertín, que le hizo algunas confesiones inesperadas.Tras desayunar juntos y hablar sobre al última operación a la que tuvo que someterse debido a una obstrucción intestinal, ambos se dirigieron al jardín para continuar con la charla.
En un momento de la conversación, Bertín habló sobre la muerte de su madre, confesando que se acuerda cada día de ella: "Que se te muera una madre es algo horrible… Para eso no estás preparado nunca. Pienso en ella constantemente. Nos han venido muchos golpes a destiempo. Se te muere una madre, da igual la edad que sea, es horrible. Puedes estar más preparado si se te muere con 94 que con 60 años. Cuando empezó con la enfermedad yo estaba en Miami y no le das importancia excesiva hasta que ya es tarde, aunque lo peor del mundo es perder a un hijo", aseguró refiriéndose al fallecimiento de uno de sus hijos al poco tiempo de nacer: "Se me murió en los brazos y es una cosa que para mí se queda. Fue en un pasillo de La Paz donde murió mi primer hijo y salvaron a mi penúltimo hijo".
También tuvo unas palabras para sus hijos, entre ellos, Quique, que padece una enfermedad. A pesar de ello, asegura que es un regalo de la vida y que, tanto él como Fabiola, intentan que la vida del pequeño sea lo más llevadera posible: "Si no podemos sacarlo adelante al 100%, porque es algo difícil, al menos que mejoren todos esos niños. Es nuestra obligación moral, ayudar a otros que hagan lo mismo y por eso creamos la Fundación. Quique nos ha unido en nuestro matrimonio. Hay muchos niños más de los que imagináis que mi hijo. Es un ángel que sabemos que tenemos que cuidar hasta que nos muramos y lo hacemos Fabiola y yo con toda la felicidad del mundo ", confesó a Teresa.