Begoña Gómez, mujer del presidente Pedro Sánchez, no ha acudido al desfile del Día de la Hispanidad que ha tenido lugar este 12 de octubre en Madrid.
Gómez, que sí acompañó a su marido durante su viaje a Estados Unidos, y de hecho fue noticia por su duelo de estilo con la Primera Dama Melania Trump, no ha hecho acto de presencia durante el acto oficial.
Con esta decisión, Begoña Gómez podría haberse ahorrado un disgusto. El desfile ha estado finalmente marcado por los fuertes abucheos a Pedro Sánchez, con gritos de "okupa" y "elecciones ya" imponiéndose sobre otros aspectos de la ceremonia.
El motivo de la ausencia no puede ser un quebranto en su salud ni tampoco su abultada agenda laboral, más aún después del fulgurante ascenso de su marido. Y más teniendo en cuenta que, pocos minutos después, Begoña Gómez sí ha hecho acto de presencia en el besamanos del Palacio Real.
Aquí ha tenido lugar, además, la anécdota de la jornada, con Sánchez y su esposa saltándose el protocolo y colocándose, por error, junto a Felipe y Letizia para saludar a todos los invitados en la recepción.
Gómez, no obstante y al margen de ésta imagen, que ha acabado imponiéndose al resto de aspectos del 12-O, también ha tenido su ración de polémicas, tras un verano movido en el que se anunció su fichaje como directora del IE Africa Center y su viaje al festival de música de Benicàssim FIB con Pedro Sánchez, para el que utilizaron el Falcon presidencial.
No es la primera ocasión en el que la mujer de un presidente del Gobierno se ausenta de un acto como los del 12 de octubre. Sonsoles Espinosa, mujer de José Luis Rodríguez Zapatero, faltó el último año de presidencia de su marido en el año 2011, como también lo hizo Pilar Goya, la esposa de Alfredo Pérez Rubalcaba, entonces vicepresidente. Lo habitual en el protocolo del 12 de octubre es que la esposa del presidente del Gobierno sí acuda a la fiesta.
La comparación con Elvira Fernández, mujer de Mariano Rajoy, da una medida adicional de lo inesperado esta ausencia. Mientras la primera siempre quiso ocupar un segundo plano y limitó al máximo sus apariciones públicas, ésta es una actitud que no caracteriza precisamente a la ahora desaparecida Begoña Gómez, cuyo perfil de "primera dama" ha sido más público en el limitado tiempo que su marido lleva como Presidente del Gobierno.