Isabel Preysler ya tiene su sitio en el Museo de Cera de Madrid. La expectación, como era de esperar, era impresionante por la cantidad de medios que estaban esperándola.
Como es normal en ella, llegó casi 40 minutos tarde. Llegó acompañada de Mario Vargas Llosa y los dos no tuvieron ningún problema en posar ante los medios.
Una vez que se destapó la figura de Isabel, durante unos segundos se quedó observándola cara a cara. Y al preguntarle qué le había parecido dijo que del uno al diez, personalmente le daría entre un nueve y medio y el diez.
"Si se la ve desde otra perspectiva, recuerda mucho a mi hija Tamara", dijo respecto a la figura.
Isabel se tomó medidas hace un año y ahora ha sido cuando se ha podido ver el resultado. La figura lleva un vestido que fue de su propiedad, Tot-Hom, zapatos de Louboutin y bolso de unos diseñadores colombianos.
Con gran sentido del humor, Isabel Preysler dijo que las joyas que le habían puesto no eran de su propiedad.
Acaban de llegar a España cada uno por separado. El Nobel ha estado en París y ella ha estado en Miami con los nietos de su hijo Enrique. El puente lo van a pasar en Madrid.
Al preguntar a Isabel por sus nietos, respondió que "han salido más rusos que filipino-españoles". Vargas Llosa, preguntado por la figura, aseguró que ésta le "gustaba mucho".