Isabel Gemio lleva luchando por sacar a su hijo adelante desde hace 13 años cuando le diagnosticaron que el pequeño tenía Distrofia Muscular. Una enfermedad incurable y degenerativa. "Con el tiempo he sabido que Gustavo cada día me demuestra el significado del presente, es mi maestro". Así fueran sus primeras palabras en la presentación del libro que la periodista ha escrito, relatando como ha vivido todos estos años de lucha. MI HIJO, MI MAESTRO. Una historia dura, de dolor y amor, que en el libro lo cuanta todo. "Espero que este libro, toque el corazón y conciencias, porque lo sufren muchas personas. Este libro lo he escrito gracias a mis hijos, y por supuesto con el consentimiento de él. No he querido que fuese un libro dramático pero tampoco lo he edulcorado y pudo garantizar que mediante de este documento no es un grito desesperado. Ver sufrir a los hijos es insoportable, sabiendo que no tiene solución. El presupuesto que destina a la investigación de las llamadas enfermedades raras, es ridículo ". Explicó.
Isabel en el trascurso de la presentación, estuvo emocionada y no dejaba de mirar a sus hijos allí presentes, Diego y en especial a Gustavo. "No es un libro reivindicativo, ni de denuncia". Así lo describió. Gemio reconoció que le costó tiempo pedir ayuda, sin saber la razón del por qué lo hacía pero una vez que lo asimiló comenzó su lucha, de ahí que tenga hasta su propia fundación destinada a la investigación de esa maldita enfermedad.
Una de las muchas alegrías que le ha dado Gustavo que en la actualidad tiene 22 años fue el día que le dijo que tenía novia, ha sido la mejor medicina, y él se lo merece. "Tiene una gran ayuda por parte de su hermano, que siempre ha estado muy pendiente de él".
Llama la atención que en el libro, no hay una sola mención al padre, y ex marido, el cubano Nilo Manrique, con el que no tienen ni la más mínima relación.
Una historia que no deja impasible.