Son muchos los compañeros que, desde hace meses, comentan el cambio de actitud que ha tenido Joaquín Prat detrás de las cámaras, dejando atrás a la persona bromista y divertida que solía ser. Según publica Jaleos, su transformación se debe a la situación personal que atraviesa desde finales del pasado mes de julio. Joaquín Prat y Yolanda Bravo, la madre de su hijo de tres años y medio de edad, se encuentran inmersos en una grave crisis sentimental tras nueve años y medio de convivencia.
La pareja puso punto y final a su historia de amor antes de agosto y supuso un momento complicado no solo para ellos, sino también para los pequeños de la casa. Según información a la que ha tenido acceso el digital en exclusiva, la comunicación en la expareja no ha sido tan fluida como Joaquín esperaba. Tras complicadas negociaciones, el presentador consiguió pasar quince días de vacaciones en Palma de Mallorca con los dos hijos de Yolanda y el pequeño que comparten.
En el tiempo que han estado separados, se ha podido ver al copresentador de Ana Rosa Quintana disfrutando del verano en el Mad Cool Festival de Madrid, en Formentera, en Palma y en Sevilla. También se le vio en la Plaza de Todos de la Maestranza en la despedida del matador Juan José Padilla. Además, durante la época estival, recibió un premio al Mallorquín del Verano por su amor e implicación con la isla. En la recogida del premio, llamó la atención la ausencia de Yolanda.
La ya expareja se conoció en el año 2009. El pasado 14 de abril de 2015 tuvieron a su primer y único hijo, Joaquín Prat Jr, que fue bautizado por el Padre Ángel en la Iglesia de San Antón en Madrid.