Dura confesión la que ha hecho esta semana la periodista Nieves Herrero en una entrevista al diario Público. La comunicadora ha revelado el terrible suceso que vivió entre los tres y los cinco años de edad: la agresión sexual que sufrió a manos de un amigo de sus padres: "Dicen que no se tiene memoria y conciencia de las cosas hasta los cinco años, pero yo recuerdo todo aquello perfectamente. El cerebro no te engaña y te lo recuerda. Hasta prefieres olvidarlo para evitar el daño", comienza diciendo.
"De ese amigo, que por supuesto dejó de serlo en cuanto mis padres se enteraron, recuerdo sus manos y sus cosquillas. Sus cosquillas que no tenían que existir porque llegaban donde no tenían que llegar. Eran manos de plomo, manos que pesan. Desde entonces siento que hay manos de plomo que pesan en el alma", confiesa en el digital.
Asegura que no comprendía lo que estaba pasando y le costó reunir el valor suficiente para contárselo a sus padres: "No hay derecho a que lo más bello del mundo, que es ser niña, te lo estropeen de esa forma. Yo no comprendía nada. No comprendía lo que pasaba. Por eso me escondía cada vez que venía a casa. No quería estar con él. Él me decía que no lo contara a nadie. Que era nuestro secreto". Tras enterarse, sus padres sacaron de su vida a ese hombre: "Aun así me decían que cómo me acordaba con lo pequeñita que era". Ese trágico suceso condicionó a Herrero, y recuerda que cada vez que un hombre se acercaba a ella, se ponía "una coraza". "Me acordaba de él y reaccionaba así. Me convertí en una desconfiada. No soporto cuando me cogen y noto ciertas intenciones. Me pongo a la defensiva", concluye.