El gran día de José Ortega Cano y Ana María Aldón tuvo lugar el pasado sábado. La pareja se subió al altar para sellar su amor rodeados de amigos y familiares en Sanlúcar de Barrameda después de firmar los papeles en un juzgado de Zaragoza. Los invitados llegaron a la finca a medio día y aunque todos entraron en sus respectivos coches, se pararon ante los medios para compartir sus mejores deseos con los novios.
La lista de invitados ascendía a casi 200 personas, entre familiares y amigos. Estuvieron presentes todos los hermanos del torero y otros buenos amigos como Miguel Abellán o Jaime Ostos, acompañado de su mujer. No faltó Gloria Camila Ortega, que lució un elegante vestido verde y acudió acompañada de su novio Kiko. Tampoco faltaron los hijos de Rocío Carrasco, Rocío y David Flores, pero quien realmente llamó la atención de la prensa por su presencia fue su padre Antonio David Flores. El exmarido de Rociíto fue una de las grandes sorpresas debido la guerra judicial que mantiene con la madre de sus hijos, que como era de esperar, no acudió al enlace.
Pero la ausencia más notable fue la de José Fernando, que no acudió al gran día de su padre. Según desveló el programa Socialité, el joven no recibió el permiso de libranza de los fines de semana del centro en el que se encuentra dado su estado de salud. Tampoco Amador Mohedano quiso estar presente en la boda de la semana, evitando así coincidir con su exmujer. Chayo Mohedano optó por la misma opción que su padre.
El vestido de novia, el secreto mejor guardado
Los invitados tuvieron que dejar sus móviles al entrar en la finca y enseñar su DNI para preservar la exclusiva que los novios tienen con la revista ¡Hola! y que verá la luz el próximo miércoles. El pequeño José María, hijo de ambos, fue uno de los protagonistas de la velada y vistió como su padre pero versión infantil.
Aunque el traje de novia fue la gran incógnita del día, es sabido que Ana María Aldón lució dos vestidos que ella misma diseñó. Trabajó durante tres meses "codo con codo" con el también diseñador Emilio Salinas en los bocetos de los trajes y ella misma estuvo bordando hasta pocos días antes de la ceremonia. También se encargó de diseñar los vestidos de las invitadas más cercanas a la pareja y los que llevaron las damas de honor.