Isabel Pantoja ha protagonizado un altercado en el Ikea de Sevilla del que se ha hecho eco toda la prensa rosa. Ocurrió en el centro de Castilleja de la Cuesta, y con ella estaba su nuera Irene Rosales, mujer de su hijo Kiko Rivera. Allí se presentó también un paparazzi que comenzó a captar imágenes de la pareja mientras miraba cocinas.
De lo que ocurrió a continuación hay varias versiones, una de las cuales señala que Pantoja embistió al paparazzi con el carro de la compra mientras gritaba muy alterada.
No obstante, y tal y como relató la periodista Beatriz Cortázar en esRadio, la versión de la Guardia Civil es distinta y más digna de confianza. Sí es cierto que Pantoja, consciente de la persecución y de que no podía ser fotografiada en ese lugar, se puso "muy nerviosa", pero lo que hizo fue llamar a seguridad, a su abogada Cynthia Ruiz y también a la Guardia Civil.
"En el intervalo de tiempo en el que se presentaron, ella le cortó el paso. Pero no hubo pelea, ni agresión, ni le lanzó el carro, tal y como se ha dicho". Lo que sí se formó fue cierto revuelo que disgustó sobremanera a la artista, que está "nerviosa y enfadada porque la han puesto de agresora".
No obstante, de este suceso se ha llegado a decir que incluso habían denunciado a Pantoja, cuando la que ha denunciado es ella. Ahora la demanda está en trámite con Cynthia Ruiz, cuyo porcentaje de demandas ganadas es simplemente demoledor.