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¿En qué quedará la demanda de la supuesta hija de Manolo Escobar?

Una juez ha aceptado que familiares del cantante presenten pruebas de ADN. 

Una juez ha aceptado que familiares del cantante presenten pruebas de ADN. 
Con su hija Vanessa | Archivo

María Eva García viene sosteniendo desde hace algún tiempo que es hija de Manolo Escobar (Manuel García Escobar era su identidad real), apoyándose en cuanto le ha contado su madre. Viven en Gijón y en el juzgado de Villaviciosa presentaron una demanda de paternidad, que siguió su curso hasta ser trasladada a otro de Madrid, cuya titular ha admitido algunas posibles pruebas presentadas por la madre de María Eva. Lo que significa que la única posibilidad para saber si llevan o no razón en sus peticiones es obtener el ADN de algún familiar directo del fallecido cantante.

¿Qué significa esta resolución judicial, que ha provocado en los familiares de Manolo Escobar la natural sorpresa primero, seguida de la comprensible indignación? Pues que esas muestras de ADN han de ser obtenidas recurriendo a la exhumación de algunos restos mortales. Porque de Manolo Escobar no es posible, pues fue incinerado, tras su fallecimiento en Benidorm, donde vivía hacía bastante tiempo, el 24 de octubre de 2013. Ni qué decir tiene que la hija que el intérprete almeriense y su esposa, Anita Marx, adoptaron, Vanessa, de cuarenta años, no acierta a comprender por qué esta juez de Madrid haya dado por aceptada la demanda de esa madre e hija asturianas. Sostiene Vanessa que, conociendo a sus padres adoptivos, que siempre la consideraron hija propia dándoles todo su cariño y una esmerada educación, no le contaran nada al respecto, si es que es verdad que el cantante hubiera tenido una hija fuera del matrimonio. Mentira es la palabra que Vanessa García Marx viene sosteniendo en las escasas declaraciones que ha efectuado desde que se diera publicidad a este caso.

¿De dónde se obtendrán las pruebas de ADN, seguimos preguntándonos? Quedan vivos dos de los nueve hermanos de la familia García Escobar, Ana y Serafín, extrañados al conocer cuanto se ha difundido al respecto. Existe la posibilidad, más remota, que la juez ordene se exhumen los restos del cadáver de la madre de Manolo Escobar, aquella "madrecita María del Carmen", a la que evocaba en una de sus coplas, un popular pasodoble. Todo ello francamente desagradable, pero que tras esa decisión judicial no tiene vuelta de hoja. Tendrán Vanessa y sus familiares que sufrir lo indecible, ya con el dolor a cuestas desde que conocen esa demanda, apoyados en la esperanza de que todo resulte un mal sueño, en la creencia siempre de que Manolo nunca engañó a los suyos, ni a Anita Marx, de la que estaba muy enamorado desde que se conocieron en 1959 en Playa de Aro y se casaron unos meses después, ella alemana, chapurreando escasas palabras en español y el almeriense sin saber decir siquiera "te quiero" en la lengua germana, la de su siempre queridísima esposa. Precisamente quien ahora dice ser hija de Manolo Escobar nació más o menos justo cuando el cantante y su mujer vivían en permanente luna de miel. ¿Iba el creador de "¡Viva a España!" a engañar entonces a su "costilla"?

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Anita Marx y Manolo Escobar con su hija | Archivo

Contaba el artista de El Ejido que en aquel verano de 1959 actuaba con sus tres hermanos, anunciados como Manolo Escobar y sus guitarras, en una sala de fiestas de la antes mentada ciudad gerundense de la Costa Brava. Dio a Manolo por "conchabarse" con el "maître" del local para que si llegara una buena moza, sola, la sentara en primera fila, que ya se encargaría él de cantarle luego al oído alguna coplilla. Y resultó que una de esas veladas apareció una espectacular belleza, de ojos azules y entonces de cabello negro, aunque luego le confesó que era "morena de bote" y que su pelo natural era rubio. Salieron juntos de paseo los días siguientes, y él se sobrepasó un día cuando la besó de repente, recibiendo una sonora bofetada de la paisana de Angela Merkel. Y cuando ella tuvo que regresar a Colonia, su ciudad de residencia, mantuvieron una breve correspondencia, con cartas en español del de Almería. Y se casaron el 10 de octubre de aquel 1959 y fueron felices, comieron perdices, pero sin que llegara el bebé que con tanta ilusión deseaban. La adopción de Vanessa el 28 de mayo de 1978 llenó de alegría aquel hogar, como evocaba el propio Manolo cantándole a su pequeña en otra de sus populares canciones. Ya hemos dicho que Vanessa cuenta ahora cuarenta años y lleva veintitrés unida a un arquitecto gallego, de Orense, padres de una niña, Marta.

No se conocieron nunca relaciones extramatrimoniales de Manolo Escobar. Exceptuamos sólo la vez que Anita, su mujer, fue al camerino que ocupaba el cantante, al que sorprendió en actitud muy cariñosa con una joven intérprete de flamenco. Duró esta en la compañía de Manolo en la que actuaba lo que un pastel a la puerta de un colegio. ¡Menuda era Anita…! No hay escándalos amorosos en la biografía del muy querido intérprete almeriense. De otro modo, tarde o temprano, se hubiera conocido alguno. Conocido este episodio de la gijonesa María Eva García, habrá prudentemente que esperar cuando se obtengan las pruebas identitarias de ADN.

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