La crónica rosa de Es la mañana de Federico abordó la estancia en la cárcel de Iñaki Urdangarin, que acaba de cumplir dos meses en la prisión de mujeres de Brieva. En concreto, la puerta abierta dejada por el Tribunal Constitucional a la hora de que el ex duque de Palma optase a un tercer grado una vez transcurrido ese periodo de tiempo, los dos meses estipulados para clasificar al preso en un grado o en otro.
Se trata de una información publicada por varios medios. El Confidencial Digital señala también que la infanta Elena podría disfrutar de más tiempo con su marido, debido a las salidas de la cárcel en fines de semana que implica este hipotético tercer grado.
La periodista Beatriz Cortázar, sin embargo, señaló que una cosa es la posibilidad de acceder a ciertos beneficios tras dos meses y otra que se incumpla la condena de cinco años y diez meses de prisión a Urdangarín, que establece bien claro que el duque debe "cumplir al menos la mitad de la condena, además de dar ciertas garantías" para acceder a este tercer grado.
En el aire queda, sin embargo, la posibilidad de un "escenario que le permita obtener el tercer grado", algo que sería casi intolerable. Lo que sí parece más plausible es preguntarse por la decisión de entrar en la fría cárcel de Brieva, donde Urdangarin vive aislado y en soledad con un "huerto de tomates", o bien en otra prisión... y un posible traslado si el ex duque de Palma no está contento. "Podría pedir un traslado para poder socializar en otra cárcel, teniendo en cuenta que va a pasarse así casi tres años", dijo Cortázar en esRadio.
En otras palabras, sería más probable un traslado que un tercer grado. Pero incluso en este caso hay que tener en cuenta de por qué se eligió esta cárcel, la de Brieva, y no otra. O más bien, si la eligieron otros por él...
La decisión, sea o no suya, vendría dada precisamente por ese aislamiento de Iñaki Urdangarin respecto a los demás presos. "Me cuadra más que se la eligieron porque lo que no querían es que nadie pudiera hablar con él. No que él tuviera acceso a otras personas sino que otros no tuvieran acceso a él y el exduque se confiase demasiado y hablase con alguien".
Otro factor, desveló Paloma Barrientos, es que Brieva tiene un aparcamiento para visitas en el interior de las instalaciones, lo que permite a la infanta Cristina o algún visitante "real" una aproximación mucho más discreta al antiguo duque.
"Urdangarín y Cristina tiene que pasar por ciertos aros, por sus hijos y porque tienen una protección, no visible pero sí a ciertos niveles, de la Casa Real. Es mejor que no se sincere con nadie y cuente cosas que no debe contar", dijo Beatriz Cortázar en esRadio.