Dos de los actores más aclamados de Hollywood en todo el mundo, sobre todo por sus millones de admiradoras han comenzado ya el rodaje de la primera ocasión en la que son protagonistas de un ambicioso filme: Leonardo DiCaprio y Brad Pitt. Se trata de llevar a la pantalla los sangrientos sucesos de agosto de 1969 cuando en una casa de Los Ángeles un individuo llamado Charles Manson, líder de una secta, acompañado de varios seguidores, asesinó a un grupo de personas entre las que se hallaba la atractiva esposa de Roman Polanski, la actriz Sharon Tate, embarazada de ocho meses. Aquella espeluznante matanza que conmovió no sólo a la colonia cinematográfica de Hollywood sino al mundo entero va a ser ahora recreada por el controvertido realizador Quentin Tarantino.
El reparto no puede ser más taquillero, pues aparte de Brad y Leonardo han sido contratados Al Pacino y Burt Reynolds, entre otras figuras. Se ha rumoreado que Roman Polanski podría aparecer, por supuesto en el personaje de viudo de Sharon Tate, lo que en un principio se nos antoja complicado, pues sabido es que el director polaco tiene prohibida su entrada en los Estados Unidos, acusado de violar a una menor. Como vive en París, en caso de que los productores insistan en su participación, lo único razonable es que sus escenas se rodaran en la capital francesa, o en otro lugar que no fuera territorio norteamericano.
Esta película que enfrenta a Brad Pitt y a Leonardo DiCaprio lleva por título Once Upon a Time in Hollywood y tiene un presupuesto de ochenta millones de dólares. El papel de DiCaprio es el de un joven actor en busca de fama en la capital del cine, en tanto Brad Pitt incorporará a su doble de acción. Hubo una anterior ocasión en que propusieron a ambos rodar juntos, lo que desecharon por cuestiones temáticas de corte sexual: debían besarse y no sólo eso, sino mantener atrevidas escenas de cama. Nos estamos refiriendo a "Brokeback Mountain", una historia de amor homosexual que terminaron protagonizando Jake Gyllenhaal y Heath Ledger.
Brad Pitt tiene cincuenta y cuatro años. El actor de películas taquilleras como Doce monos, Seven, Entrevista con el vampiro y la saga de Ocean´s Eleven, que fue la primera es uno de los galanes con más "gancho" como conquistador, del que recordaremos que tuvo un sonado romance con Gwyneth Paltrow, se casó con Jennifer Aniston y antes de que a los cinco años terminara aquel matrimonio, Brad sucumbió ante los encantos de Angelina Jolie, a la que convirtió en su segunda mujer. Padres de seis hijos, tres de ellos adoptados. Y desde hace un año viven separados. Son como el perro y el gato. Ahora prosiguen sus cuitas judiciales y el 13 de agosto tienen una cita con un juez de Los Ángeles que dictará sentencia sobre la custodia de los hijos, en principio designada a ella. Brad pretende ver más tiempo a sus hijos, sobre lo cuál ya hay una anterior sentencia que así lo establece. Lo que se juzgará este mes es concretar esas visitas paternas.
Leonardo DiCaprio no tiene esos mismos problemas, por la sencilla razón que es enemigo declarado del matrimonio. Continúa soltero y así quiere seguir. Ello no le ha impedido tener una biografía amplia de amantes, cuyos nombres eludo, salvo alguno, por la sencilla razón de que son de mujeres absolutamente desconocidas en estos pagos, con el común denominador la mayoría de ellas de ser modelos y algunas actrices. En eso no ha sido muy original el guapo protagonista de Titanic, la película que lo encumbró. Entre esas bellezas destaco a la modelo israelí Bar Rafaeli, por ser la más reconocible aquí. Asimismo mantuvo sendos ligues con Kate Moss y la cantante Rihanna. En la actualidad, desde hace un año convive con una tal Cala Morrone. Conociendo al personaje imaginamos que en cualquier momento podría cambiar de pareja, a lo que por lo sabido es habitual en sus impulsos erótico-festivos. Normalmente le dura un año cada relación, salvo en dos ocasiones, hace ya tiempo, que llegó a emparejarse seis años, una vez con la modelo brasileña Gisele Bündchen y otra con la ya mencionada Rafaeli, que llamándose Bar da la impresión de que vivir con ella puede ser una continua juerga… etíica.
No es cuestión de alargarnos más en las breves semblanzas de estos dos divos, pero no nos resistimos a contarles el siguiente episodio. Se encontraba Leonardo DiCaprio en una fiesta en Hollywood cuando cruzó su mirada con la de una modelo canadiense, Aretha Wilson. Conquista a la vista, valga el pareado. Puede que él la piropeara y no fuera del gusto de ella, quien dirigiéndose al grupo donde se hallaba Leonardo les gritó: "¡Parecéis unos maricones!" Se supone que los aludidos se defendieron verbalmente con algún otro epíteto malsonante. A lo que la tal Aretha contraatacó rompiendo una botella de cerveza que estrelló en el rostro del rubio galán. Menos mal que no le afectó para sus películas, mas denunció la agresión. A la imputada le cayeron dos años de cárcel.