Este viernes en Sálvame, Gustavo González vivió una tensa tarde tras recibir la visita de la Policía Nacional en las instalaciones de Mediaset: "En la puerta de Telecinco, Mediaset España, acaba de irrumpir la Policía Nacional y quiere hablar con una persona que está ahora mismo en directo, en este plató. Gustavo González, ven conmigo", avisó Kiko Hernández que ejercía como presentador.
Hernández acompañó al colaborador al exterior de los estudios situados en Fuencarral mientras le contaba lo ocurrido: "La policía quiere hablar con Diego Arrabal o con Gustavo González. Diego no está hoy en el programa, pero habéis sido durante muchos años socios, ya no lo sois y por eso quieren hablar con vosotros". Gustavo González no perdió los nervios e intentó mostrarse tranquilo: "No me preocupa nada, la verdad, no sé si será alguna notificación pero me imagino que habrá alguna. Ya sabemos que con las agencias de prensa, algunas veces hay este tipo de problemas". Hernández siguió preguntando: "¿No hay algo que te preocupa, como una demanda o algo? Porque normalmente lo envían a casa pero han venido a tu trabajo porque no te podían encontrar". Una vez en el exterior, el presentador informó de que no se podía grabar a los agentes pero sí contar lo que estaba sucediendo: "Hay cinco agentes junto a un coche de policía. Gustavo se está identificando".
Tras unos minutos atendiendo a los agentes, Gustavo volvió con Kiko Hernández: "No pasa nada, una documentación que nos tenían que mandar por un pleito.Es un pleito cruzado, pero no es nada personal, es profesional. Es sobre unas fotos que hicimos en la agencia, esa persona nos demandó y nosotros la demandamos a ella. Son unas fotos a un personaje público", explicó. Ya en el plató, Terelu Campos preguntó si eran a una presentadora muy conocida, pero Gustavo no quiso decir su nombre. Sin embargo, se pudo escuchar a Mila Ximénez decir claramente: "A Mariló".