Los Reyes asistieron este jueves como cada año a la entrega de premios de la Fundación Princesa de Girona y, de nuevo, lo hicieron sin su hija Leonor, le presidenta honorífica de la institución, que aún no tiene edad suficiente para asumir sus funciones.
Para la ocasión, la reina Letizia escogió un vestido rojo plisado de Carolina Herrera con lazada negra en la cintura que estrenó en septiembre del año pasado para el concierto conmemorativo del XV aniversario de Vocento. Lo conjuntó con unas sandalias del mismo color de su firma de cabecera Magrit y un bolso de mano de estreno.
Pero sin duda, lo que más ha llamado la atención ha sido su peinado, una coleta alta con caída ondulada que lucen las celebridades más internacionales y con un estilo más atrevido, tales como las hermanas Kardashian o la cantante Ariana Grande. Aunque la suya es más discreta, no tiene nada que ver con el estilo al que nos tiene acostumbrados la realeza.
Hacía mucho tiempo que Letizia no innovaba con su peinado. En el acto por el 60 aniversario de la Agencia de Noticias Europa Press de 2017, Letizia llamó la atención también más por su original recogido que por su vestido: una llamativa y elaborada coleta de burbujas que han lucido celebridades como Kendall Jenner, Blake Lively o Heidi Klum, y que prestigiosos diseñadores como Ralph Lauren han incluido en sus desfiles. Este "bubble ponytail" –así se denomina en inglés– fue una de las últimas tendencias en cuanto a cabello se refiere, y Letizia, siempre a la última, lo incorporó a su look.