Kiko Matamoros ha regresado a la televisión tras un largo descanso y por partida doble. Por un lado está su ansiado regreso a Sálvame, esta vez como defensor de la audiencia en sustitución de Carlos Lozano, y por otro su incorporación al programa especial Ahora, la Mundial, conducido por Joaquín Prat coincidiendo con la emisión de los partidos del Mundial en Mediaset.
El estreno de Kiko en Sálvame fue a mediados de mes y el primer día ya tuvo polémica. El nuevo defensor arremetió contra Terelu, tachándola de "cínica" –aunque siempre poniendo el calificativo en boca del público– para luego espetar que "con mamá lo hacías mejor", asegurando que siempre necesita la ayuda de María Teresa o de su hermana, Carmen Borrego. Además, Kiko se refirió a la polémica por la actitud "altiva y despótica" de Terelu en aquella época, lo que molestó especialmente a la colaboradora.
Eso era de esperar, pero el primer gran problema llegó por sorpresa, y seguramente ni el mismo Kiko Matamoros lo esperaba. Y no fue en Sálvame, sino en el especial de fútbol conducido por Joaquín Prat. En su incorporación a la tertulia futbolera de Telecinco con motivo del Mundial, José Antonio Camacho se negó a entrar en directo para el programa en el que también colaboran Irene Junquera y el conde Lequio. Un gesto feo que Kiko no dudó en atajar en Twitter : "Ignoro los motivos del desplante de Camacho. Compartimos amigos y hemos compartido plató en programas televisivos de tertulia futbolera, en los que he participado unos cuantos años. Dudo mucho de que su reacción tuviera nada que ver con mi presencia".
No obstante, la tormenta en redes estaba ya organizada, dando la oportunidad a Kiko de mostrar de nuevo su desencanto y subrayar que él y Camacho se conocían de antes, y que su relación siempre ha sido "cordial".
Muchísimas gracias a quienes me permitisteis disfrutar de este espacio. Es triste el empeño de algunos en convertir Twitter en un estercolero. Adiós a la gente decente y a los indecentes.
— Kiko Matamoros (@KikoMatamoros) 21 de junio de 2018
El tercer desencuentro de Kiko se produjo con Mila Ximénez, aunque esto era previsible. Kiko y Mila son dos caracteres especialmente combativos, y su relación ha sufrido muchos altibajos por ello. Recordemos el contencioso de su esposa Makoke con la colaboradora de Sálvame, cuando ésta sustituyó temporalmente a Kiko en el programa. El juicio se resolvió hace escasas semanas y salió triunfadora Mila, por lo que las heridas están aún abiertas.
La amistad entre Kiko y Mila está, por tanto, rota. Y la tensión se ha notado en sus nuevos encuentros televisivos. El miércoles, sin ir más lejos, la colaboradora pudo salir del plató pero eligió quedarse para no eludir la confrontación. Y las pullas entre ellos no cesaron en ningún momento.
"Quiero agradecer a Mila que se haya quedado. No es conmigo con quien se tiene que medir sino con los espectadores. En cualquier caso si hay algo que dilucidar será en otro espacio que no será este y que yo no tengo ningún reparo", fue la bienvenida que le dio Kiko. Ella, con una media sonrisa, respondió que "si no le importa me voy a ir de vacaciones unos días porque me lo puedo permitir", aludiendo a los posibles problemas económicos de él, y haciendo otra mención a los "largos descansos" que acostumbra a tomarse Kiko.