Corría el año 2015 cuando conocimos a Begoña Gómez, la mujer del candidato socialista a la presidencia Pedro Sánchez.El apasionado beso en el que se fundieron el día que llegó al cargo la catapultó a la fama, pero ya nos habíamos olvidado de ella, hasta ahora, cuando su marido ha llegado a la Presidencia gracias a la moción de censura presentada por el PSOE. Begoña se veía como "primera dama" y así lo hacía saber entre debates televisivos: "Nos vemos en Moncloa", repetía muy segura. Sus planes se fueron al traste y el futuro se perfilaba incierto, pero en su entorno aseguraban que no tiraría la toalla y apostaría por su marido hasta el final. "Cariño, el paseo hacia La Moncloa no ha terminado", le decía entonces. Ahora sus predicciones se han cumplido y los ojos vuelven a ponerse en la ambiciosa Begoña.
Nació en Bilbao hace 43 años y se crió en Valderas (León). En Madrid cursó los estudios de Marketing en la escuela ESIC y un máster en Dirección de Empresas en la Universidad Complutense. En 1999 empezó a trabajar en Task Force, una compañía dedicada a obtener donativos para que ONGs financiaran sus actividades sociales y ha asesorado a algunas como Greenpeace, Oxfam Intermón o Amnistía Internacional. Ahora ocupa el puesto de directora de consultoría en Inmark Europa, donde trabaja en la subcontratación con otras empresas. No quiere dejar de trabajar porque le encanta y lo vive con mucha pasión. También preferiría seguir viviendo en su chalet adosado de Pozuelo de Alarcón, aunque por razones obvias, se ha tenido que trasladar al Palacio de la Moncloa. Varios medios apuntan ya a que planea un cambio para hacerla más suya, más hogar.
"Los Obama españoles" -como se les ha llamado en broma desde su salto a la primera línea de la política- se conocieron en una fiesta y lo suyo fue un flechazo. O al menos eso dice ella ahora, porque aunque sus miradas se cruzaron aquella noche, Begoña no se lo puso nada fácil. Después de conocerla, la faceta de ligón de Sánchez desapareció, incluso fue él quien dio ese primer paso de dejar el cepillo de dientes en casa de ella. Se casaron en 2006. "Le pedí matrimonio en un restaurante y fue muy bonito porque mi hija mayor era muy pequeña y la pusimos muy mona. Nos casamos por lo civil en el Ayuntamiento de Madrid y ella estaba guapísima", contó Sánchez en el programa de Bertín Osborne En la tuya o en la mía. Su hija mayor Ainhoa tiene ya 13 años y juega al baloncesto como su padre. La pequeña, Carlota, tiene 11 y las dos estudian felizmente en un colegio público de Madrid. Lo más difícil será explicarles a ellas su cambio de vida, ya que los días y los veranos serán diferentes. El matrimonio posee un piso en Almería, aunque no se sabe si seguirá siendo su destino vacacional.
Según su marido, Begoña es una mujer positiva, constructiva y siempre mira las cosas buenas de la vida. "Hay una cosa de Begoña que me encanta y es que no se dedica a la política. Es crítica conmigo y me da mucha caña. Aquellos momentos en los que yo fracasé en la política y estuve buscándome la vida, quien me ayudó fue ella. La estabilidad y la complicidad que tenemos me ayuda muchísimo", aseguró el ya presidente. Fue la propia Begoña quien le desveló a la presentadora Susanna Griso esa faceta romántica de Sánchez: "Me ha escrito cartas de amor. Lo tengo todo guardado en un baúl pequeño de madera".
Y es que al contrario que Elvira Fernández, mujer del expresidente Rajoy, Begoña parece que se siente muy a gusto con las cámaras. Una de sus anécdotas más divertidas ocurrió en 2015 durante un debate de candidatos presidenciales organizado por El País. Al finalizar el evento, la mujer del socialista se paseaba por el plató hasta que se percató de que Íñigo Errejón estaba concediendo una entrevista en la que valoraba cómo le había ido el debate a su líder. Fue entonces cuando se convirtió en la verdadera protagonista de la entrevista, saludando por detrás del entonces número dos de Podemos. Además, es habitual verla en los actos políticos de su marido.
Así se ha colado Begoña Fernández, mujer de Pedro Sánchez, en el vídeo de Errejón pic.twitter.com/QWK6fgshV0 #ELPAISDebate @LoloViejo
— EL PAÍS (@el_pais) November 30, 2015
A su faceta más carismática hay que sumarle la de deportista. Es una mujer a la que le gusta cuidarse practicando body combat, pilates y aerobic y las comparaciones con la reina Letizia son inevitables. Aquel vestido rojo con el que la conocimos ha convertido ese color en su seña de identidad y apunta a ser en uno de los iconos de estilo en España, o al menos, el suyo se mirará con lupa a partir de ahora. Su atractivo es evidente y juntos forman una de las parejas más deseadas del panorama nacional. Es consciente del éxito de Sánchez entre las mujeres, pero eso no le preocupa en absoluto.
No sabemos si harán como Felipe y Letizia y se mezclarán con los españoles, pero como ocurre con los monarcas, Pedro y Begoña son amantes de la cultura y les encanta las salidas en pareja. Se han dejado ver disfrutando de los conciertos de Bruce Springsteen, en el festival de Benicassim FIB y son fans de la música independiente española.
Un suegro polémico
En su carrera electoral para el 20-D de 2015, el Partido Socialista prometía ilegalizar y perseguir la prostitución como gran medida contra el tráfico de personas y la trata. Su propuesta de "abolir" el sexo de pagó contrastaba con una situación especial familiar. Y es que según publicó Vozpópuli por aquel entonces, el suegro de Pedro Sánchez, Sabiniano Gómez Serrano, ha sido propietario de varias saunas gays en Madrid durante años, aunque vendió el negocio.
Vozpópuli apoyó su información en testimonios de fuentes conocedoras del caso y en resoluciones judiciales. Una de ellas era especialmente llamativa, ya que tiene que ver con un proceso contra el exconcejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Palma de Mallorca, Javier Rodrigo de Santos (PP), acusado de utilizar la tarjeta Visa de la Empresa Municipal de Obras y Proyectos para gastarse 50.804 euros en diferentes clubes de alterne homosexuales entre 2006 y 2007.
La sentencia de aquel caso recoge el nombre completo del padre de la mujer de Pedro Sánchez. En los "hechos probados" se dice que "el 4 de enero de 2006, en el local de sauna 'Sabiniano Gómez Serrano'", sito en la calle San Bernardo número 38 de Madrid, Javier Rodrigo Santos López, utilizando la referida tarjeta, dispuso en su propio beneficio de dinero público". Aquel año fue el mismo en el que Trinidad Jiménez ofició su boda civil.