A Blanca Cuesta y Borja Thyssen desde hace un tiempo no es fácil verles en actos sociales. En esta ocasión su aparición ha sido porque Blanca, junto a su gran amigo el pintor venezolano Pedro Sandoval, han colaborado con la Fundación Querer, dedicada a niños con enfermedades neurológicas, y han donado un cuadro cada uno para subastarlo y enviar el dinero conseguido a dicha fundación.
Para ello, se organizó una cena benéfica, y al término de la misma tuvo lugar la subasta, en la que el cuadro de Blanca alcanzó el precio de 5.000 euros. Blanca comentó que la chaqueta que llevaba también había sido diseñada por ella. "Es de una edición limitada, y todo lo que se pueda hacer a través del arte para ayudar a estos niños es poco. Cada vez estoy más volcada en estos temas".
La mujer de Borja Thyssen no estuvo muy por la labor de comentar nada que no fuera el tema solidario. Al preguntarle por su suegra, comentó: "A la baronesa le gusta cómo pinto, pero no me ha dado ningún consejo. El verano lo tenemos llenos de planes, y los haremos todos juntos. Borja ha venido para acompañarme, pero en este proyecto no tiene nada que ver".
Al preguntarle por los niños, comentó que estaban todos muy bien, y que su hija Cala apunta maneras en lo que a arte se refiere, aunque parece ser que es la única.