La crónica rosa de Es la mañana de Federico ha versado sobre el polémico vídeo en el que la reina Letizia impide a la emérita Sofía sacarse una fotografía con sus nietas en la misa del Domingo de Resurrección en Palma. Un vídeo que supone, evidentemente, "una metedura de pata brutal" de la reina, pero que arroja también "muchas lecturas" al margen de esa.
Tal y como se explicó en esRadio, el vídeo en realidad son cuatro vídeos, con el antes y el después de la misa. Federico Jiménez Losantos señaló que en realidad "no sabemos lo que ha pasado antes", y apuntó a la posibilidad de una "zaragata" previa. Una discusión que, de alguna manera, creó el caldo de cultivo para llegar a ese gesto, pero... ¿por qué tuvo lugar y cuál fue el motivo?
"Días antes, tuvo lugar la reaparición de Cristina de Borbón en el funeral por su abuelo, coincidiendo en un acto público con Felipe VI y Letizia por primera vez en aproximadamente año y medio". Jiménez Losantos de nuevo recurrió a lo que ha ocurrido en los últimos años en la Familia Real, en la que "Juan Carlos abdicó por corrupción", con el caso más escandaloso de todos protagonizado por Urdangarín –que entrará en la cárcel este mismo mes– y la propia Cristina.
"La guerra con Letizia empieza entonces. Porque doña Sofía, en vez de ponerse del lado de su hijo, se pone del de Cristina y Urdangarín, y se va a Washington con un fotógrafo del ¡Hola! a respaldar a los ladrones", explicó el director de Es la mañana. A ello se une, naturalmente, que en esa rama de la familia no quieran saber nada de Letizia por otras numerosas razones.
La periodista Beatriz Cortázar también explicó la última chispa que encendió todo, y que vino de la mano de la propia Letizia. "Ella está haciéndolo muy bien, pero tiene un problema: quiere controlarlo todo. Y otro todavía más serio: enfoca su trabajo como reina consorte como eso, como un trabajo, con horario y vacaciones y fines de semana".
Cortázar también descubrió en esRadio lo que Letizia estaba diciendo a Sofía en el momento de interponerse en la fotografía. Y está directamente relacionado con esa manera de abordar la actividad de Reina, tal y como también desvela Almudena Martínez Fornés en ABC: "Lo que estaba diciendo y que no vemos es que las fotos se harían luego, en la intimidad, y que ahí no era el momento. Porque ella quiere controlarlo todo, y consideraba ese momento un trabajo. Las fotos luego, en la intimidad".
De ahí se desprende la mayor diferencia entre Letizia y Sofía a la hora de entender su deber: "Letizia es reina con horario y Sofía las veinticuatro horas del día". Un gesto probablemente equivocado que, no obstante, se vio reforzado por el que quizá fue el gesto más desafortunado de todos: el de la joven Leonor, que se zafa hasta dos veces de su abuela, y que "desvela que tiene un carácter que no le suponíamos". Y que es producto, también, de una "tensión" familiar latente que el gran público desconocía.