Ania Iglesias fue una de las afortunadas que vivieron la primera edición de Gran Hermano en el año 2000. La vallisoletana se convirtió en la segunda finalista y a partir de entonces comenzó una imparable carrera televisiva e incluso trabajó como actriz de teatro. Hace dos años, tuvo que retirarse debido a un cáncer de útero. Tras recuperarse, Ania se aficionó a la práctica deportiva y ahora, con 48 años, presume de un cuerpo escultural.
Ania tuvo suerte y le pudieron diagnosticar a tiempo la enfermedad, como ella misma reconoció en una entrevista a Vanitatis: "Cáncer es una palabra que te sobrepasa cuando la escuchas, sobre todo viendo todo lo que está pasando alrededor, tantas personas que se han ido, tan jóvenes, por esta enfermedad: David Delfín, Bimba Bosé".
Esta semana, ha dejado con la boca abierta a sus seguidores en las redes sociales al publicar una fotografía luciendo sus abdominales y su esbelta silueta. Gracias a su cuenta de Instagram, la podemos ver habitualmente corriendo por la playa o disfrutando de la naturaleza.