La crónica rosa de Es la mañana de Federico ha contado con Beatriz Cortázar, Paloma Barrientos y Carmen Duerto para debatir todos los temas de la actualidad social.
Centrada en la doble exclusiva de la revista ¡Hola!, que publica sendas entrevistas con Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana, ahora embarcados en un doloroso divorcio que a buen seguro se prolongará en los tribunales. La periodista Beatriz Cortázar ha desvelado, sin ir más lejos, que "Santacana se ha llevado su tela marinera por contar que lleva un año con otra mujer".
Cortázar ha añadido en esRadio el último giro en los acontecimientos, con Santacana retirando la demanda en los juzgados de Miami "no porque ahora no quiera divorciarse, sino porque la respuesta de los abogados de Arantxa Sánchez Vicario fue pedir un informe de absolutamente todo, desde las llamadas de móvil, para ver dónde tiene guardados los activos".
Físicamente desmejorado, Josep explica en ¡Hola! su posición en este divorcio en una entrevista donde trata de situarse como víctima y lanza diversos golpes bajos muy personales a la extenista. Asegura, por ejemplo, que llevaban ya "separados casi dos años, aunque la situación venía viciada. Llevábamos sin mantener relaciones íntimas cinco años".
"Arantxa y yo habíamos acordado hacerlo todo de mutuo acuerdo y así era, hasta que se fue con nuestros hijos a casa de su hermano", dice, acusando a su mujer de llevarse a sus hijos. También aclara quién es su nueva pareja: "Llevo saliendo con Raquel un año y dos meses, es de Madrid y no es 'go-go' como se ha dicho".
En lo referente a sus problemas judiciales con el Banco de Luxemburgo, que ha pedido prisión preventiva para ambos, Santacana admite tener miedo: "Tengo miedo de ir a la cárcel, espero que prevalezca la verdad". Tanto, que aclara que el disgusto le ha provocado una arritmia cardíaca de tercer grado que lo ha mantenido diez días ingresado.
No obstante, y tras la retirada de la petición de divorcio consecuencia de la respuesta de Arantxa, "ya se aprecia la debilidad de su demanda", opinó Federico Jiménez Losantos. Se trata, a falta de la nueva respuesta de sus abogados, de una marcha atrás temporal en un proceso que tiene aspecto de demorarse.