Mientras María Lapiedra prepara su cuerpo para volar a Honduras como concursante de Supervivientes, a su novio Gustavo González se le ponen las cosas difíciles en el plató de Sálvame. La semana pasada salieron a la luz los primeros nombres de mujeres que habrían tenido una aventura extramatrimonial con él: Tamara García, antigua novia de Kiko Rivera, Amina Cherrid, ex de Cayetano Martínez de Irujo, y las televisivas Sonia Moldes y Yola Berrocal. Ahora se suma uno nuevo: Chabeli, otra de las exparejas del hijo de Isabel Pantoja. Con una larga lista de mujeres todavía por desvelar, Gustavo ha dado un golpe sobre la mesa y quiere poner punto final a este asunto.
El paparazzi confesó que tuvo una aventura con García y Moldes, pero para el resto tiene preparada una demanda por difamar y mentir. "He estado con pocas tías en mi vida [...] Yo no soy una joyita. Pueden venir a contar lo que quieran y yo hasta ahora he estado muy callado, pero yo tengo el derecho a demandar", dijo muy enfadado en el plató de Telecinco este lunes. Gustavo también tomará medidas legales contra su compañero de profesión Jordi Martín y ampliará la demanda con unas amenazas que éste le envió vía Whatsapp.
"También voy a demandar a Rojano, un señor que dice que ha hecho tríos conmigo. Por supuesto, voy a demandar a Tamara por decir que he pernoctado en la cama de uno de mis hijos. Yo no he negado a Tamara, niego esos detalles que cuenta, que son repugnantes". De Amina, además de asegurar que miente en su historia, dice que "no la tocaría ni con un palo".
Además, Kiko Hernández tiene una fuente de un grupo de amigos de Gustavo González llamado El Caloret que afirma que el colaborador ha mantenido una relación paralela con una íntima amiga de ese grupo. La reacción del colaborador fue desmentir la información y calificarla, una vez más, de "repugnante mentira".
El paparazzi cree saber quién es la fuente: "Este verano, sentado en un chiringuito en Canet, tuve un problema una noche con una mujer que creo que es la confidente de Kiko. Afortunadamente, había muchos testigos, os aseguro que si un hombre hace a una mujer lo que esta mujer me hizo a mí, ese hombre duerme en comisaría". Sin embargo, pese al relato de su compañero, Kiko Hernández lo desmintió y mantuvo el anonimato de su confidente.