Nuevo varapalo para Arantxa Sánchez Vicario. Tanto ella como su todavía marido, Josep Santacana se enfrentarán en las próximas semanas a la petición de prisión preventiva que pide el Banco de Luxemburgo por una deuda de de 7.563.969,44 euros, según informa La Vanguardia. "Se trata de la segunda ampliación de una querella criminal presentada en mayo de 2016 por alzamiento de bienes y fraude de acreedores en el juzgado Nº 4 de Barcelona", apunta el citado medio.
El banco logró una sentencia favorable a través de la vía civil pero el matrimonio aún no ha pagado ni un euro. Según sus informaciones, la entidad cree que la tenista y Santacana podrían haber cometido nuevos delitos, por lo que ha recurrido a la vía penal y pide la privación de libertad o una fianza de diez millones de euros. La noticia acaba de llegar a manos de sus abogados en forma de auto judicial y ahora disponen de cinco días para presentar alegaciones.
Fue en 2009 cuando el Tribunal Supremo confirmó la sentencia de la Audiencia Nacional por la que Sánchez Vicario debía hacer frente a una multa de 5,2 millones de euros, incluidos los intereses por evasión fiscal. Hacienda cobró gracias a un aval del Banco Sabadell y la entidad catalana recuperó el dinero a través de un contraaval suscrito con el banco luxemburgués, donde Arantxa mantuvo durante muchos años parte de su fortuna. En 2010, el Banco de Luxemburgo reclamó el dinero a la tenista y varios representantes del mismo se reunieron con Arantxa y Santacana. La respuesta de ella fue que ni conocía su patrimonio ni podía disponer de él, solicitando así más tiempo para ofrecerle una respuesta al banco.
Todo se produce en mitad de la tormenta sentimental que vive la pareja. Santacana abandonó el domicilio familiar y pide la custodia de los dos hijos. Según él, la madre no está en condiciones psicológicas óptimas para atenderles. Además, Josep gestionaba el patrimonio de su esposa y se habría hecho con el control total de su fortuna, que ascendería a varios millones de euros.