La crónica rosa de Es la mañana de Federico ha contado con Carmen Jara, Alaska y Paloma Barrientos para tratar toda la actualidad del mundo del corazón. Incluyendo el dramático divorcio de Arantxa Sánchez Vicario del empresario catalán Josep Santacana. Al parecer, tras diez años juntos y dos hijos en común, él ya habría rehecho su vida y ha decidido poner punto y final a su matrimonio Sánchez Vicario dejándola, además, en la ruina.
Se da la circunstancia de que Santacana controla toda la fortuna (valorada en millones de euros) de la tenista, y habría ya recogido todas sus pertenencias del domicilio familiar, incluyendo los trofeos ganados por Arantxa.
Tanto es así que la extenista se habría refugiado en su familia, con la que no mantenía precisamente buenas relaciones. "El problema es –así lo dijo la periodista Paloma Barrientos– el malvado que ha tenido al lado": Santacana, que presentó la documentación del divorcio en Miami a principios de año, ha pedido la custodia de los niños alegando que la deportista tendría problemas psicológicos, e incluso una orden de alejamiento de él y los niños.
Tal y como recordó Federico Jiménez Losantos, Santacana tiene un "historial delictivo" que los tribunales deberían tener en cuenta. Se trata de "estafas acreditadas" que podrían indicar que el ya ex de Arantxa Sánchez Vicario "intenta usar la Justicia para sus propios fines".
"Es muy malo. Arantxa se casó en contra de la familia, pese a una investigación previa porque la prensa sacó informaciones de las estafas de este señor. La familia investigó y no solo salió eso, sino que era la persona menos recomendable para su hija", explicó en esRadio Paloma Barrientos. Arantxa, sin embargo, hizo caso omiso y se casó. Tuvo dos niños y vivió durante una década en Miami, "rompiendo absolutamente con su familia y escribiendo además un libro brutal contra ellos".
Tal y como recordó de la presentación de ¡Vamos!, el libro autobiográfico de Arantxa, "en esa presentación del libro ella leyó un papel contra su familia, ¿a quién miraba ella? A él, que estaba ahí mirando. Y no pudimos hacer ni una sola pregunta. Y ese día te das cuenta de cómo funcionaba todo".
Después de esto siguieron varios titulares sobre la nefasta relación de los Sánchez Vicario con su hija, y que culminaron en el entierro de su padre, cuando no dejaron entrar a Arantxa ni a su marido. Entonces, hace dos años, el procedimiento de divorcio aún no se había iniciado.
Lo que ahora es objeto de debate son los detalles del divorcio, en los que Arantxa se enteró de que él le ponía los cuernos –tanto que ya habría rehecho su vida con otra mujer–. En un primer momento "el señorito lo niega y dice: estupendo, vete a hacer terapia familiar. Y es lo que ahora quiere usar para decir que está perturbada", explicó la periodista en Es la mañana de Federico.
La familia de Arantxa, afortunadamente, la está apoyando, y esto ha supuesto un acercamiento entre ella y su madre y hermanos que antes, con Santacana, era inconcebible. Es, tal y como apuntó Federico Jiménez Losantos, "un indicio de la manipulación a la que ha sido sometida, que indica que es un malvado de cuidado. Ha aprovechado su influencia, la ha manipulado y, mientras, ha preparado su salida".