Javier Bardem es poco dado a conceder entrevistas. Sin embargo esta semana, con motivo de la promoción de su última película, Loving Pablo, el marido de Penélope Cruz ha roto su silencio en el número de febrero de la revista GQ en nuestro país. Coincidiendo con el mes de los Goya, el actor que encarna a Pablo Escobar habla de la fama.
"Desde niño he visto a mi madre trabajar sin parar. Así que cuando a mí me llega esta profesión, o cuando yo la elijo, ya estoy de vuelta de muchas cosas, porque en ese camino junto a mi madre, acompañándola a los teatros o a los platós, conozco a sus compañeros... y veo de todo. Gente muy arriba y gente muy abajo" confiesa a GQ, recordando sus inicios y su relación con la fama.
Pero las palabras más sorprendentes del actor sobre Pilar Bardem llegan cuando habla de la angustia de la actriz. "También veo a mi madre desesperada porque no suena el teléfono en año y medio. Y un actor al que no llaman en año y medio es una persona que está al borde del colapso, porque ésta es una profesión muy pegada a uno. Cuando no te quieren para un trabajo es como si no te quisieran a ti", reflexiona el artista.
Sobre su tensa relación con la fama y su continúa exposición pública Bardem reconoce: "Solo es molesta e incómoda en el mejor de los casos. Y cualquiera con dos dedos de frente pensaría lo mismo. Todo se basa en el respeto. No por la popularidad, sino en general. Yo creo en el respeto, en la empatía, y no de una manera condescendiente, sino de igual a igual, independientemente de la raza, el sexo o el estatus. Pero cuando hay niños de por medio, mi respuesta es una: tolerancia cero. Ahí pelearé hasta el último de mis días. Ni una broma con eso", declara el actor, que en más de una ocasión se ha enfrentado a los medios por su persecución y que no suele conceder entrevistas. Una actitud que le ha valido el calificativo de borde en más de una ocasión, algo que no le preocupa: "Por mi parte hace ya mucho tiempo que renuncié a la idea fantasiosa y adolescente de agradar a todos".