Meghan Markle y el príncipe Harry protagonizaron esta semana su primer acto público del año. La pareja se trasladó hasta las instalaciones de la radio juvenil Reprezent FM en Londres para conocer el trabajo de esta organización. A su llegada se pudo ver a la prometida del príncipe Harry de lo más sonriente y amable con todos los ciudadanos que esperaron durante horas para saludarles.
De la mano y muy emocionados, Harry y Meghan entraron en la radio para saber de primera mano cómo es el trabajo de esta emisora juvenil. Se trata del segundo acto oficial para la pareja desde que anunciasen el pasado 27 de noviembre su compromiso. La actriz norteamericana ya se encuentra completamente incluida dentro de la Familia Real Británica con los que disfrutó de su primera Navidad en Palacio.
Escándalos familiares
Aunque parece que todo va sobre ruedas para la novia de Harry, es su propia familia la que le está dando más de un quebradero de cabeza. Meghan solo tiene una persona de confianza, su madre, Doria,quien la crió tras el divorcio de sus padres cuando tenía 6 años. De hecho, su círculo más cercano asegura que será quien la acompañe al altar en su boda.
Su padre, Thomas Markle, de extrema timidez, ha decidido desaparecer desde que se hizo público el noviazgo de su hija y se rumorea que está en algún lugar de México, que no conoce a Harry y que tiene pocas ganas de acudir al enlace.
Según publica la revista Lecturas, también tiene problemas con sus dos hermanos, fruto del primer matrimonio de su padre, que posiblemente tampoco recibirán invitación a la boda. Hace doce meses, su hermano Thomas Markle Jr fue detenido tras apuntar con un arma a la cabeza de su prometida, Darlene Blount. Ambos estaban bebidos y acabaron durmiendo dos días en el calabozo.
Su hermana, Samantha, es una actriz cuya carrera se vio truncada debido a una esclerosis múltiple que la tiene postrada en una silla de ruedas y que ha anunciado la publicación de un libro llamado El diario de la hermana de la princesa trepa, en el que promete sacar a la luz los trapos sucios de Meghan y su siniestro plan para convertirse en princesa.
Adiós a las redes sociales
Esta semana Meghan dio un paso lógico y esperado: ha eliminado sus cuentas en Instagram y Twitter. Una decisión que ha tenido que tomar casi por obligación tras comprometerse con un miembro de la realeza. También ha tenido que dejar su trabajo en la serie Suits. "No lo veo como algo malo, lo veo como un cambio. Es un capítulo nuevo, ¿no? Ahora es el momento de trabajar en equipo contigo", afirmó mientras miraba a su marido en el anuncio de su compromiso el pasado diciembre.