La retirada de Manolo Santana como director del Mutua Madrid Open hizo saltar las alarmas por el estado de salud del legendario tenista. Su deterioro físico es obvio y cada vez aparece con menos frecuencia en actos públicos. La última vez fue, precisamente, el pasado 1 de diciembre cuando pasó el testigo a Feliciano López para tomar las riendas del abierto de la capital, pasando a ser Santana presidente de honor.
Nadie niega que existe un desgaste, ya que Santana tiene 79 años, pero algunos quieren quitarle importancia ante la prensa. Es el caso de Claudia Rodríguez, su cuarta mujer, quien aseguró hace unos días que "se le ve bien". Quien más claro ha hablado desde que empezaron los comentarios de su estado de salud ha sido su exesposa Mila Ximénez. "Tiene una inmovilidad tremenda", contó en Sálvame, una confidencia de Kiko Matamoros, amigo personal del tenista.
El comentario general en su entorno es que Santana "no podía ni caminar". "No coordina y hay cosas de las que no se acuerda de un día para otro", contó Mila, quien lamentó el estado de salud de su exmarido ya que "no es tan mayor". Manolo Santana vive en Marbella con su mujer Claudia, apartado del foco mediático aunque vinculado al tenis.