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El año que David Cassidy vino a España y fue boicoteado por la prensa

Debido a su mal comportamiento, tuvo que volverse a EEUU sin haber podido presentar su último disco. 

Debido a su mal comportamiento, tuvo que volverse a EEUU sin haber podido presentar su último disco. 
David Cassidy | Cordon Press

Fue en julio de 1975 cuando David Cassidy vino a España y dada su mala educación con los periodistas y cuantos lo trataron tuvo que volverse a los Estados Unidos sin haber podido presentar su último disco. Contemos cómo sucedieron los hechos.

A través de su casa discográfica, la multinacional RCA, se había convenido que David Cassidy ofreciera a la prensa española su primicia musical en Benidorm, aprovechando que iba a celebrarse el XVII Festival de la Canción y la mayoría de los comentaristas discográficos se encontraban en la ciudad alicantina. Aterrizó procedente de Madrid en el aeropuerto de Alicante y puso mala cara al advertir que no había ni una sola admiradora esperándolo, salvo unos ejecutivos. Estaba acostumbrado a que cientos de jovencitas lo asediaran, dado el éxito que como cantante y actor tenía en los Estados Unidos y en medio mundo con su serie televisiva Mamá y sus increíbles hijos. Media docena de fotógrafos trataron de que posara unos minutos pero el galancete se negó,introduciéndose en el cochazo que RCA había puesto a su disposición.

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Su segunda aparición pública fue en un restaurante a las afueras de Benidorm, media hora antes de que comenzara la tradicional recepción que el alcalde ofrecía a los medios informativos. Al llegar David Cassidy, los reporteros gráficos enfocaron sus cámaras, y nuevamente alzó su brazo derecho, tapándose la cara, en clara actitud de que no deseaba foto alguna. ¿Acaso padecía fotofobia? Ante las airadas protestas de los informadores, se puso colorado como un tomate, los fotógrafos continuaron plasmándolo con sus "flashes" y el cantante de piel color de melocotón se levantó del asiento, a poco de haberlo ocupado y protegido por varios "gorilas", sus habituales guardaespaldas, salió de estampida hacia su hotel.

Nos enteramos de que David Cassidy tenía un miedo enfermizo a ser secuestrado, temiendo por lo visto que un tipo que lo amenazaba constantemente con arrojarle un frasco de vitriolo en su rostro barbilampiño estuviera persiguiéndole; el mismo que, al parecer, quería ponerle una bomba en su dormitorio. Esto parece el argumento de una película de terror, propia de Halloween, pero así era en realidad. Nos contaron que sus "gorilas" habían husmeado hasta el último rincón de su "suite" para cerciorarse de que no había huellas de algo o alguien que quisiera atacarlo.

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Ese mismo día, con una paciencia franciscana, los periodistas acreditados en el festival acudimos a las siete de la tarde, hora en que fuimos convocados a la rueda de prensa con David Cassidy. Esperamos ¡una hora! Y pasadas las ocho, apareció el cantante, sonriendo estúpidamente y levantando su brazo derecho como si fuera Nerón. Naturalmente ningún fotógrafo, con sus cámaras en el suelo, hizo el ademán de tomar imagen alguna. Y los "plumillas" lo abucheamos con toda la razón del mundo. "¡Fuera, fuera!", se escuchaba, incluso de curiosos que se habían arremolinado en torno al divo. La bronca fue de órdago. Jamás en Benidorm ni en ningún certamen similar recordamos haber presenciado algo parecido.

Una hora después del boicot de la prensa española hacia David Cassidy el mocito emprendía regreso a Madrid, y desde allí a los Estados Unidos, sin haber podido presentar su disco de marras. Los responsables de su casa de discos se subían por las paredes. La broma les había costado un respetable desembolso, sin haber logrado obtener a cambio nada. Que sepamos, David Cassidy nunca volvió a España. Cuanto acaban de leer lo vivimos "in situ".

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