La nueva gala de Gran Hermano Revolution tenía preparada la visita de Miriam,la expulsada de la semana pasada a la casa de Guadalix, para saldar cuentas pendientes. Bastaron quince minutos para que la sorpresa que la organización del programa tenía dispuesta saltara por los aires debido a un fallo técnico.
Jorge Javier Vázquez inició la gala de este jueves hablando con la expulsada de la semana anterior, que volvía a la casa para solucionar los problemas pendientes con algunos de sus compañeros. "Míriam, ¿vas a dar caña?", le preguntó el presentador, refiriéndose a su reencuentro con Rubén, con quien había tenido una relación dentro del concurso pero del que fuera descubrió que hablaba mal de ella con otros compañeros.
Después de la frase, el presentador se quedó callado haciendo gestos a la concursante hasta que se vio obligado a cortar de manera abrupta la conexión con la concursante que ya se encontraba en la casa, al enterarse por el pinganillo de que el resto de la casa había sido testigo de la conversación. Tras unos segundos, Vázquez explicó que el sonido se había colado en la casa y los concursantes podrían haberse percatado de la sorpresa. Una sospecha que se confirmó cuando entre los concursantes se oían comentarios como "viene Miriam".
Un fallo técnico, que sirvió como forma de autoboicot, y que supuso que el espectador perdiera el interés de lo que iba a ocurrir a los quince minutos de empezar la gala. En resumidas cuentas, una de las tramas más jugosas de la edición, que consistía en ver la reacción de los concursantes al saber que Míriam volvía, y que finalmente quedó en nada. Este viernes se ha conocido que la audiencia ha tocado fondo tras caer a un alarmante 13,9% de share.