La selección española se va de fiesta privada en su momento más difícil

El ambiente está un poco caldeado en el vestuario de la selección española y la concentración para los entrenamientos para las clasificaciones ante la Copa del Mundo no están siendo nada fáciles. El referéndum ilegal en Cataluña ha salpicado de lleno al equipo posicionando a Gerard Piqué en el centro de la polémica.

Abucheos, pitos e insultos han hecho de banda sonora durante los últimos entrenamientos después de Piqué se manifestase públicamente a favor del referéndum ilegal catalán y acudir a votar durante el 1 de octubre.

El defensa central ha reivindicado su lealtad a la selección e invitado a la misma a tomar las medidas pertinentes si consideran que significa un estorbo para la misma y que puede llegar a afectar al bienestar del grupo.

Aunque la decisión de la selección ha sido la de continuar con Piqué en sus filas, lo cierto es que el ambiente en el vestuario estaría pasando por uno de sus momento más tensos y complicados.

Por eso mismo tal y como publica Europa Press, y con la intención de calmar los ánimos, los jugadores disfrutaron en su tarde libre del miércoles de una fiesta privada en la discoteca Blackhaus.

Algunos miembros del equipo llegaron a la discoteca madrileña alrededor de las seis y media de la tarde en furgonetas negras. Los jugadores cenaron en el restaurante del local y después disfrutaron de la música y el baile en algunas de sus salas privadas, donde los chicos de Juan Lopetegui pudieron charlar y entrelazar vínculos en un ambiente más relajado y disperso que en el campo de juego, alejándose así de la polémica y olvidando por un rato la presión que tienen antes del partido de contra la selección de Albania.

No es de extrañar que esta haya sido la discoteca elegida para su ocio, ya se ha convertido en el nuevo búnker de los deportistas españoles donde es fácil encontrarse a algún galáctico en sus noches más divertidas.

Además, diferentes medios aseguran que Sergio Ramos es uno de sus socios fundadores, por lo que no habría dudado ni un segundo en llevarse a sus compañeros cuando la agenda se lo ha permitido.