Eva González fue una de las muchas invitadas que acudió a la ya tradicional cena que el diseñador Jorge Vázquez organiza después de su desfile, durante la semana de moda de Madrid, que como era de esperar fue todo un éxito. "Estoy muy satisfecho de la acogida que ha tenido, la gente me ha felicitado y es muy de agradecer, hemos trabajo mucho y el resultado ha sido muy bueno, afortunadamente", declaró.
La sevillana, según comentó, está de cuatro meses, y lo está llevando muy bien. "Me encuentro estupendamente, aunque hay veces que lo noto. Me levanto a las 6 de la mañana y no paro de trabajar, y el tener que llevar el tacón todo el día se nota. Me gustaría seguir todas las temporadas de MasterChef, y lo tengo todo organizado. No sabemos todavía el sexo del bebé, pero mi particularmente me da igual al ser el primero, lo importante es que nazca bien. Cayetano está bien, como es lógico; estamos los dos muy felices", así lo comentó.
Otra de las invitadas que quisieron apoyar al diseñador fue Carmen Martínez-Bordiú, que confesó lo a gusto que está en su nueva casa. "Es cierto que estoy encantada, tengo que terminar algunos remates de decoración, pero todo está organizado". Respecto a cómo se encontraba, reconoció que este último cambio en su vida le dio un poco de vértigo. "Al principio me costó, pero ya estoy muy bien. Es verdad que cuando una puerta se cierra se abre una ventana y eso es lo que me ha ocurrido. Ahora estoy muy bien", dijo.
Carmen acaba de llegar de viaje, en concertó de Burdeos, donde ha estado visitando a su hija Cynthia y a su nieto Joseph. "Es un niño guapísimo, yo le hablo en español y sus padres en francés, y lo entiende todo. Tiene 8 meses y está para comérselo, es muy simpático" comentó mientras enseñaba un vídeo del pequeño, llena de orgullo.
Carmen, como ella mismo dijo, está en plenos cambios en su vida. "He vendido la casa de Santander, mantengo la mitad de la finca que compré en Sevilla, en la etapa que estuve con Roberto Federici. Yo no voy nada, pero mi hijo Luis Alfonso la disfruta mucho". Al preguntarle por su madre, la duquesa de Franco, reconoció que la tiene preocupada. Tiene 91 años, y se nota que ha dado un gran bajón, no come apenas y el tema catalán, le tiene muy preocupada, y no digamos lo del pazo. Todos los hermanos queremos quitarle preocupaciones y evitarle disgustos, pero tiene la cabeza perfecta y no es fácil".comentó