Los príncipes Guillermo y Enrique visitaron un jardín creado junto al palacio londinense de Kensington en memoria de su madre, Diana de Gales, para conmemorar el veinte aniversario de su muerte.
Resguardados de la lluvia bajo paraguas y acompañados por la duquesa de Cambridge, esposa de Guillermo, los príncipes pasearon por un espacio bautizado como White Garden, un recogido estanque decorado con flores blancas en los terrenos donde Diana vivió junto a Carlos de Inglaterra.
Los dos hermanos se reunieron además con representantes de organizaciones sin ánimo de lucro con las que colaboró su madre, entre ellas el hospital infantil de Great Ormond Street, la organización de apoyo a enfermos de VIH National AIDS Trust y el grupo cristiano que lucha contra la lepra Leprosy Mission.
Una portavoz del palacio de Kensington remarcó que la visita de Guillermo, de 35 años, y su hermano Enrique, de 32, sirve para que los hijos de Diana "rindan tributo a la vida y al trabajo de su madre".
El White Garden es el cuarto espacio oficial en Londres en honor a la princesa, junto con el Diana Memorial Playground –un parque infantil en los jardines de Kensington–, la fuente Diana Memorial Fountain, en el cercano Hyde Park, y el paseo Diana Memorial Walk, que cruza desde el palacio de Buckingham hasta el de Kensington.
La princesa de Gales falleció el 31 de agosto de 1997 en un accidente de circulación en París junto al millonario egipcio Dodi Al Fayed, cuando varios fotógrafos seguían a su vehículo para intentar tomar una instantánea de la pareja.
En las semanas previas al veinte aniversario del trágico suceso, los hijos de Diana, que tenían entonces 15 y 12 años, respectivamente, han descrito en diversos documentales y entrevistas la devastación emocional que les provocó la muerte de su madre.
Enrique, quinto en la línea de sucesión al trono británico, admitió que ha necesitado ayuda profesional para lidiar con la muerte de Diana y confesó que se llegó a plantear abandonar la familia real para vivir como un ciudadano más.
Además, aireó su malestar ante la decisión que se tomó entonces para que él y su hermano caminaran tras féretro de su madre en Londres, un acto que vieron millones de personas por televisión.
"No creo que se deba pedir a ningún niño que haga eso, bajo ninguna circunstancia. No creo que ocurriera hoy en día", dijo Enrique a la revista Newsweek.
El hermano de Diana, Charles Spencer, explicó en una entrevista a la BBC que trató de evitar que sus sobrinos desfilaran tras el ataúd de su madre, pero funcionarios de la realeza le "mintieron" al asegurar que ese era el deseo expreso de los príncipes. Guillermo ha explicado, por su parte, que el deceso de su madre le provocó un "gran enfado" y que durante mucho tiempo fue incapaz de expresar sus emociones al respecto.
Polémico documental sobre Lady Di
El veinte aniversario de la muerte de Diana se ha visto además rodeado de polémica ante la reciente divulgación en el Reino Unido de unas grabaciones privadas en las que la princesa confiesa detalles de su tormentoso matrimonio con Carlos de Inglaterra.
A pesar de las presiones públicas para cancelar la emisión del documental en el que aparecen las grabaciones, la cadena británica Channel 4 aireó a principios de agosto una parte de las cintas que Diana grabó entre 1992 y 1993 durante unas sesiones para mejorar su oratoria.
La princesa habla sin tapujos en esas cintas sobre su falta de química con su esposo, del que se separó en 1992 y que mantenía una relación extramatrimonial con Camilla Parker, actual duquesa de Cornualles y segunda esposa del primer heredero al trono británico.
Diana aborda asimismo los problemas emocionales y la bulimia con los que batalló a raíz de su complicado matrimonio y la falta de comprensión que sentía por parte del resto de la familia real.