La revista Lecturas ahonda esta semana en las razones del odio de la excolaboradora de Sálvame Rosa Benito hacia la hija de Rocío Jurado, Rocíito, enemistada ahora mismo con casi la totalidad de su familia. Una serie de desprecios a lo largo de los años de su sobrina hacia ella que al final han desembocado en una situación sin aparente solución. Todo ello pese a que su añorada Rocío Jurado pidió a Rosa, en su lecho de muerte, que cuidara de su hija.
La gota que ha colmado el vaso ha sido que Rocío haya pedido a su prima Rosario que testifique contra Antonio David en la querella por malos tratos psicológicos que podría hacer que el ex guardia civil acabe directamente en la cárcel. Un verdadero mazazo para Benito, que pese a no hacer declaraciones al respecto, ha decidido romper de manera radical toda relación con Rociíto.
Eso, y los desplantes de Rocío a sus hijos, en concreto a Fernando, han sido las principales motivaciones de la Benito. "Rosa llamó a Rocío muy dolida para decirle que no iba a su boda con Fidel porque ella no había ido a conocer al hijo de Fernando, su último nieto. El niño tenía ya ocho meses cuando Rocío iba a casarse y ni siquiera había preguntado por él. A Rosa le dolió tanto ese desprecio cuando sus niños jamás se han metido en nada, que se plantó. Es una madraza y no pudo soportar ese feo a su hijo".
Su temor ahora, sin embargo, es que Rocío acabe enfrentando a su hija Rosario con todo el clan familiar, dividiendo aún más el núcleo duro de éstos ahora que ha reclamado su testimonio en su enfrentamiento judicial contra Antonio David Flores. Un compromiso que Rocío no ha recompensado con una buena relación con ellos, por mucho que Rosario fuera la única de la familia que acudió a su boda hace ahora un año.
El tío de ésta, José Antonio, ya tuvo que hacerlo,y declaró en favor de Rocío, cosa de la que se arrepiente. "Mentí porque en la vida uno comente errores. Me preguntaron si David había querido que ella no tuviera su segundo hijo, creo que dije que sí, o lo insinué. Y David en absoluto quiso que abortara su mujer", dijo avergonzado.
Rosa, sin embargo, aguantó muchos desprecios personales de su sobrina a lo largo de los años. Ella misma ha reconocido que jamás va a dar la cara por su sobrina de nuevo. Algo que hizo con asiduidad hasta que decidió cambiar su política hacia ella.