Javier Merino, como era de esperar, pasa sus vacaciones en su casa de Ibiza, al igual que en años anteriores, cuando estaba casado con Mar Flores. Se le puede ver saliendo a navegar, pero prefiere hacer una vida tranquila y discreta.
Nunca le han gustado los focos ni las cámaras, y durante los 15 años que estuvo casado con la ex modelo, siempre prefirió mantenerse en un segundo plano, aunque en todo momento se mostró muy respetuoso con la prensa. Así lo volvió a demostrar en momentos difíciles cuando decidieron separase.
Tanto Javier como Mar Flores siempre han defendido que han puesto los dos mucho de su parte para logar mantener una relación cordial, sobre todo por sus hijos.
En la actividad, la que fuera su mujer ha rehecho su vida junto al millonario mejicano Elías Sacal, con el que está pasando unos días en su casa en Saint Tropez, y disfrutando de su magnífico barco, en que salen a navegar cada día.
Por el contrario, a Merino no se le conoce relación alguna. Eso no quiere decir que no la tenga, dado que siempre ha destacado por su discreción. Le gusta disfrutar del mar y moverse a casa de amigos de cena, y así evitar a la prensa. Siempre ha manifestado que le gustan las mujeres muy guapas, y no sería de extrañar que cualquier día nos sorprendiera con una buena compañía.